Ahora más que nunca se requiere unidad en el partido, señala

Con Guerrero hay coincidencias en lo fundamental: Círigo

El dirigente capitalino del PRD, Víctor Hugo Círigo, rechazó que exista alguna diferencia con el secretario general de su partido, Agustín Guerrero. Por el contrario, dijo, "coincidimos en que es fundamental continuar la lucha por la consumación de la reforma política en el DF, la disminución de la inseguridad pública, y consolidar una institucionalidad al interior del partido".

Consideró que ahora más que nunca es fundamental la unidad al interior del partido para lograr consensuar las políticas más eficaces para ganar en las elecciones del 2003, mismas que serán aprobadas por los integrantes del Congreso Estatal a efectuarse el próximo fin de semana.

"La importancia de nuestro tercer Congreso es que debe estar signado por la unidad. En lo interno tiene que construirse la unidad de todas las corrientes de expresión, cerrar filas en el partido en torno a la línea política que ese Congreso va a construir rumbo al 2003", expresó Círigo Vázquez.

Añadió que en el partido del sol azteca "está claro que necesitamos una línea política que permita ir por todo: ganar los espacios tanto de diputados locales como federales y, por supuesto, las 16 jefaturas delegacionales", varias de las cuales perdieron en los comicios de 2000.

Según el presidente del Comité Ejecutivo Estatal, la ventaja que tendría su partido en las elecciones intermedias del año próximo es que hay un "desencanto" de la población hacia la forma en que ha gobernado el Partido Acción Nacional. Entonces, dijo, el PRD tiene toda la posibilidad de posicionarse nuevamente en esta capital y repetir la historia de 1997, en que tuvieron una alta votación.

"Nos ayuda mucho la política errática que ha tenido el PAN, desde los jefes delegacionales (Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Cuajimalpa, Benito Juárez, Azcapotzalco y Alvaro Obregón) presidentes municipales, gobernadores y hasta el propio Presidente de la República", agregó.

Durante su tercer congreso, que tendrá verificativo el 8 de junio, se reunirán los 500 delegados perredistas que habrán de discutir y analizar el programa político del partido en la capital y eligirán 20 consejeros estatales que restan de ser electos mediante el sistema de representación proporcional pura.