Llaman a la paz y la unidad global

Corea del Sur y Japón refuerzan lazos en la inauguración

AGENCIAS

Seul, Corea del Sur, 31 de mayo. Asia levantó el telón de su primera Copa Mundial con llamados a la paz, la unidad globales y el fin del flagelo del terrorismo.

Los coanfitriones Japón y Corea del Sur, cuyas relaciones se tornaron tensas en el pasado por el legado de la ocupación colonial nipona de la península coreana, inauguraron la justa en el estadio principal de esta ciudad, con capacidad para 64 mil espectadores.

"El pueblo coreano y yo nos hemos esforzado por hacer de esta Copa del Mundo una festividad con paz, armonía y esperanza por el futuro", dijo el presidente surcoreano, Kim Dae-jung, en un mensaje previo a la ceremonia publicado en diarios de habla inglesa.

Kim asistió al estadio acompañado del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi. Ambos observaron el espectáculo de media hora, que incluyó 32 gigantescos tambores triangulares -uno por cada selección participante- y un simbólico acercamiento de las banderas japonesa y surcorerana.

Además de ser el primer Mundial en dos países fuera de Europa o América, también ha resultado el más caro de la historia. Las televisoras pagaron más de 800 millones de dólares por transmitir el torneo, 10 veces más de los costos en Francia 98.

Al inicio de la ceremonia, los presidentes del comité organizador, Chung Mong-Joon, y el de la FIFA, Joseph Blatter, dirigieron sus deseos de bienvenida, pero la alocución del suizo fue abucheada por una parte del público.