Afronta otra demanda, ahora de un fondo estadunidense
La deuda de Grupo Dina, 56 por ciento superior al valor total de sus activos
JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO
Con deudas que ascienden a 2 mil 467.9 millones de pesos, mismas que superan en 56 por ciento el valor total de sus activos, la quiebra de Consorcio Grupo Dina, creado en 1951 con mayoría de capital estatal y privatizado en 1989, dependería sólo de un fallo judicial para pasar a su disolución.
Al término del primer trimestre de este año su capital contable fue negativo en 885.8 millones de pesos. Entre plantas, terrenos, maquinaria, equipo y todo tipo de activos poseía poco más de mil 582 millones, cifra 48.5 por ciento inferior a la de un año antes. Y la pérdida neta, en los primeros tres meses de 2002, ascendió a casi 59 millones de pesos, según reportes financieros de la empresa enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El 27 de marzo pasado, Gabriel Llamas Monjardín, en nombre de los contadores contratados para examinar los balances generales, así como los estados de resultados de Consorcio Grupo Dina y subsidiarias, informó a la asamblea general de accionistas sobre la presencia de una gama de irregularidades en los documentos mencionados, que ponen en duda su validez, pero no así el diagnóstico al que arribaron.
En un comunicado dirigido a la asamblea de accionistas de Consorcio Grupo Dina, advirtieron: "a la fecha de este informe, la compañía está afrontando varias demandas y ha dejado de cumplir con el pago de diversas obligaciones. La compañía ha sufrido pérdidas de operación recurrentes, y al 31 de diciembre de 2001 presenta una posición negativa de capital de trabajo, situación que limita el cumplimiento de sus obligaciones en el corto plazo, por lo que ahora tendrá que generar flujos de efectivo suficientes.
"Estas condiciones generan dudas significativas acerca de la viabilidad de la compañía para continuar operando".
De entre las deudas no pagadas por Consorcio Grupo Dina sobresale la correspondiente a una emisión de obligaciones subordinadas convertibles (en acciones), la cual, según los contadores, ascendía a mil 475.5 millones de pesos al término del año pasado.
Esta emisión, adquirida parcialmente por inversionistas extranjeros, genera intereses pagaderos semestralmente a una tasa neta de 8 por ciento anual. Pero no se han cubierto, por lo que "los intereses exigibles al 31 de diciembre de 2001 eran de 174.7 millones de pesos, los cuales no fueron liquidados, situación que podría ocasionar, bajo ciertas circunstancias y a solicitud de los tenedores de los títulos, la exigibilidad en forma anticipada del pasivo total de referencia".
En suspensión de pagos desde hace tres años, y confrontado con sus acreedores nacionales y extranjeros, Consorcio Grupo Dina afronta varias demandas por esa causa, a las cuales se ha agregado otra, de tipo penal, que involucra a Raymundo Gómez Flores y su familia, quienes ya no figuran en el consejo de administración de la empresa, pero presuntamente aparecen como sus principales propietarios.
La demanda fue interpuesta por un fondo de cobertura estadunidense denominado Hedge Fund, con la asesoría del presidente y director general de The Weston Group, John Liegey, porque existe la presunción de que la planta de Hidalgo de Grupo Dina está siendo vendida, y esto, afirmó, "es un indicativo de más de la actividad fraudulenta, dado que es una liquidación ilegal de activos en violación de las leyes mexicanas y estadunidenses".
Este recurso, aseguró Liegey, " ha logrado evitar el desliste de las acciones de Dina de la Bolsa Mexicana de Valores, con el propósito de impedir que se anule el derecho de los accionistas minoritarios para entablar demandas contra la compañía. En opinión del Fondo Hedge, dijo, títulos como esos (la presunta venta de la planta de Hidalgo) "están siendo vendidos por la familia Gómez Flores, como parte de las intenciones de Dina de defraudar a los accionistas minoritarios".