Escultura en Furukoi
Jugador de tlachtli, de Jorge Ismael Rodríguez, símbolo de México en Japón
ANGEL VARGAS
De Jorge Ismael Rodríguez, Jugador de tlachtli es una de las obras que más admiración ha despertado entre los habitantes de Fukuroi, ciudad japonesa donde se construyó un corredor escultórico como parte de las actividades y programas de índole cultural y artística de la Copa Mundial Corea-Japón.
En esa pieza, el artista de 41 años, oriundo del Distrito Federal, reprodujo en bronce a un jugador de pelota prehispánico, de tamaño natural, sentado en una banca que semeja una ''i" latina, forma de la cancha donde los antiguos habitantes de México practicaban esa actividad.
La intención de Rodríguez ''fue llevar al otro lado del Pacífico un símbolo de nuestra cultura" y al mismo tiempo ''resaltar una de las aportaciones de América al mundo: el caucho, material que entre otras muchas cosas transformó todos los juegos de pelota y dio pie a los actuales balones de futbol".
Otro de sus objetivos fue subrayar la importancia del sentido lúdico en la vida del hombre, dice, porque si bien el juego de pelota entre las culturas prehispánicas tenía un carácter ritual muy profundo, en ocasiones se practicaba también por deporte y diversión; incluso "leí por allí que antes de la llegada de los españoles se jugaba con apuestas".
Instalación para interactuar
Más que una escultura convencional, Jugador de tlachtli fue concebida y diseñada como instalación con la que las personas puedan interactuar: tocar al personaje o sentarse a su lado.
La obra de Jorge Ismael Rodríguez es una de las 18 que pueden encontrarse en el corredor Memorial road, que a lo largo de mil 200 metros conduce de la estación de tren Aino al estadio Ecopa, de Fukuroi, inaugurado hace unos meses, que será sede de los encuentros Camerún vs Alemania y Bélgica vs Rusia, así como uno de cuartos de final.
El corredor forma parte de las actividades artísticas y culturales desarrolladas de manera previa al Mundial, que también continuarán de manera paralela.