Irlanda
Niega la FIFA remplazo de Roy Keane
Seul. 30 de mayo. El irlandés Roy Keane, quien fue excluido del grupo de 23 jugadores de su selección que disputará la Copa del mundo 2002, por razones disciplinarias, no podrá ser remplazado, confirmó este jueves la FIFA.
Irlanda, que quedará con un plantel de 22 jugadores, conforma el grupo E del Mundial, en el que enfrentará en la primera ronda a Alemania, Arabia Saudita y Camerún.
El portavoz del organismo rector del balompié mundial, Keith Cooper, señaló en Seúl que el reglamento prevé la posibilidad de remplazo de un jugador hasta 24 horas antes del primer partido de su equipo, sólo en el caso que la baja sea consecuencia de una lesión o por el fallecimiento de un pariente cercano.
"Roy Keane no fue declarado lesionado, por lo tanto no puede ser sustituido. Ante la ausencia de toda comunicación de un informe médico no será aceptada ninguna solicitud de sustitución", explicó Cooper.
El mediocampista del club Manchester United, de la Liga Premier inglesa y ex capitán de su selección, fue excluido del grupo después de haber insultado a su entrenador Mick McCarthy.
La federación irlandesa había solicitado a la FIFA, sin demasiada convicción, que autorizara el remplazo de Keane en la lista de 23 futbolistas por el mediocampista Colin Healy, del club escocés Celtic de Glasgow.
Podría brillar Duff
Con el ocaso forzado de la estrella de la selección irlandesa, Keane, se espera que se encumbre Damien Duff, rápido extremo de 23 años.
Por lo pronto, Irlanda y Camerún inaugurarán el sábado en Niigata el Mundial 2002 en tierras japonesas, ambos con la ambición de apoderarse del segundo puesto del grupo E, si no es que la maltrecha Alemania arrebata al liderato.
Tanto Camerún como Irlanda han tenido una preparación perturbada. El equipo africano fue el primer clasificado de los 32 participantes, aunque ha sido el último en llegar a Japón, al cabo de un viaje interminable.
Su llegada a tierras niponas estaba programada para el día 20 de mayo, pero se postergó 24 horas, luego de obligarlos a una escala forzosa que duró siete horas en Bangkok, por razones administrativas.
Previamente los africanos habían estado retenidos 48 horas en París a causa de un conflicto con su federación sobre el pago de primas.