No permitió hablar a David Will, quien investiga las finanzas
Joseph Blatter sumó otro escándalo, a un día de las elecciones de la FIFA
Hasta quienes le mostraron su apoyo lo criticaron
AGENCIAS
Seul, 28 de mayo. Pocas horas antes de la culminación de su mandato de cuatro años al frente de la FIFA y de enfrentarse mañana miércoles a la relección o al abandono de la presidencia, el suizo Joseph Blatter protagonizó hoy un nuevo escándalo en el congreso extraordinario del organismo internacional.
El congreso tropezó de inicio con la negativa del secretario general Michel Zen-Ruffinen a participar en las deliberaciones, debido a "las limitaciones que se me han impuesto en cuanto al acceso a los documentos financieros" de la institución.
Luego algunos delegados molestos silbaron a Blatter y cuando el presidente suizo, de 66 años, abandonaba la reunión, él y su rival para la presidencia de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou, intercambiaron palabras en actitud agresiva.
La reunión culminó escandalosamente al impedir Blatter que el vicepresidente escocés, David Will, pronunciara su discurso. Will había solicitado la palabra, pero Blatter alegó que el plazo para la celebración del congreso, que debía finalizar a las 14 horas locales, se había agotado.
"Hoy podría hablar, pero los opositores piensan que sería demasiado tarde", comentó Will.
"Hemos aplicado las normas", se defendió Blatter, quien tras su informe sólo concedió la palabra a los representantes de las federaciones.
"Fue una falta táctica y ha tenido una impresión negativa que no le diera la palabra (a Will)", aseguró Gerhard Mayer-Volfelder, presidente de la Federación Alemana de Futbol, que había sido uno de los primeros representantes de asociaciones nacionales en mostrar su apoyo a la relección del suizo.
"Estoy muy enfadado. El dinero se va en todas direcciones en la FIFA. Hay una crisis financiera grave. Al no dejarme hablar el congreso no ha tenido la posibilidad de tener una verdadera visión de lo que pasa", dijo Will.
El escocés preside la comisión de investigación de las finanzas de la FIFA, cuya actividad detuvo Blatter hace unas semanas.
Hoy el presidente de la FIFA insistió en que las finanzas de la institución son sanas y no hay nada que ocultar. "Tenemos cientos de millones en la cuenta. Otros estarían contentos en esta situación", enfatizó.
Un superávit en el periodo de 1999 a 2001, de alrededor de 118 millones de francos suizos (unos 75 millones de dólares), y recursos de 913 millones de francos suizos (578 millones de dólares), podrían asegurar la continuidad de Blatter.
También las cifras del periodo 2003 a 2006, que requieren una dotación suplementaria de 581 millones de francos suizos (368 millones de dólares), son interpretadas de manera diferente.
El secretario general, Zen-Ruffinen, enfrentado con Blatter y que había acordado una tregua hasta mañana, dirigió hoy a la FIFA y a la prensa una nueva carta abierta poniendo en duda las cifras del informe del presidente. "Fue horrible y muy triste tener que vivir esto", dijo tras la turbulenta sesión.
Blatter, por su parte, se siente vencedor. "Después de este día estoy tranquilo. Creo que seré relegido", aseguró.