Quizá estamos más cerca de ustedes que sus supuestos líderes, dice a trabajadores

No cederá el gobierno local a "presiones del hampa de la política", advierte López Obrador

"Todo mundo" conoce la filiación partidista de la dirigencia del SUTGDF, asevera

ELIA BALTAZAR

Intereses partidistas están involucrados en el paro de labores de los trabajadores de la administración capitalina, pero las autoridades no cederán ante "presiones del hampa de la política", advirtió ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

Aunque ya había informado sobre las irregularidades detectadas en operaciones administrativas en las que participaba el Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, como la adquisición de zapatos, uniformes y despensas, ayer el jefe de Gobierno informó que la Contraloría General lleva a cabo una investigación al sindicato sobre los mecanismos de adquisición de bienes para los trabajadores, en los que participaban los líderes; esos procedimientos fueron sustituidos el año pasado por la entrega de vales. Esto, a partir de los resultados de la auditoría que practicó en 1999 la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados.

López Obrador dijo que por el momento no se cuenta con elementos suficientes para interponer una denuncia, pero "lo vamos a hacer en caso de que conozcamos sobre algún ilícito, porque no vamos a participar en ningún caso de corrupción, aunque haya molestias", advirtió.

El jefe de Gobierno pidió la comprensión de los habitantes de la ciudad y la ayuda de los trabajadores sindicalizados, para garantizar los servicios básicos de la ciudad. A los empleados les manifestó: "que nadie los confunda. No somos sus adversarios, y puede que estemos más cerca de ustedes que aquellos que dicen representarlos".

En su conferencia de prensa matutina, el jefe de Gobierno leyó un mensaje en el que aseguró que las autoridades han cumplido de manera irrestricta con las condiciones laborales del SUTGDF y destacó, una vez más, los aumentos salariales otorgados a los trabajadores, que durante dos años consecutivos han sido por encima de la inflación.

Por lo tanto, aseguró, "las demandas sostenidas por los dirigentes sindicales no tienen fundamento legal y más bien son de índole política". No obstante, dijo que "estamos dispuestos al diálogo". Sin embargo, aclaró, "no vamos a aceptar chantajes o complicidades como en el pasado". Por eso llamó a la comprensión de los capitalinos, pues el gobierno del DF está decidido a no ceder ante las presiones políticas; de otra forma, advirtió, "caeremos en los viejos vicios de corrupción que tanto daño han hecho a la ciudad y al país". López Obrador se mostró seguro de que la gente comprenderá su decisión, pues "el pueblo sabe muy bien qué significan los líderes charros, que mantienen privilegios".