Quiere que su libro sobre el tema se edite de
nuevo aquí; " el problema es la verdad"
La fama de los narcocorridos no llega a sus
autores, afirma Elijah Wald
Contar lo que ocurre por medio de la música,
vigente en México; "es impresionante", dice
El circo, sobre la administración de Salinas,
más conocido que un libro o un poema
GABRIEL LEON ZARAGOZA
Elijah Wald, músico de blues, recientemente galardonado
con un Grammy, decidió a partir de la mera curiosidad intelectual
iniciar una investigación sobre el corrido del narco en México.
El resultado de sus pesquisas es Narcocorrido, un viaje al mundo de
la música de las drogas, armas y guerrilleros, que edita en
castellano e inglés la casa Rayo, rama de la poderosa Harper Collins
Publishers.
Y
si bien el trabajo de Wald puede adquirirse por medio de los servicios
de entrega de diversas librerías estadunidenses, su idea es que
se imprima de nuevo en México, en una editora local. El problema,
dice el autor, "no es la música, el problema es la verdad; la verdad
no viene de la música sino al contrario. Para mí es algo
muy raro que las editoriales mexicanas piensen que la censura existente
en contra de los narcocorridos en México pueda causar problemas
con un libro como el mío".
-¿Qué lo motivó a escribir sobre
corridos y narcocorridos?
-Hay varias razones. Yo era un periodista free lance
para el Boston Globe, escribía sobre asuntos musicales en
términos amplios. Y encontré, durante un viaje en 1995 a
Chiapas como observador de la paz en la región zapatista, que en
el campamento donde estuve, si bien no tenían electricidad ni agua,
sí tenían una grabadora y la cinta de un grupo de allá
con un corrido sobre el subcomandante Marcos. Para mí era
impresionante porque la música con tintes políticos en Estados
Unidos la hicieron personas como Bob Dylan o Joan Baez, y correspondía
más o menos a los estudiantes o a la gente culta, equivalente al
trabajo aquí de Oscar Chávez. Lo sorprendente es que nunca
escuchas esa música en Estados Unidos fuera de las ciudades. Lo
que para mí resulta increíble es que el corrido siga vigente
en sitios no urbanizados, en el monte, donde no hay calles. Eso me fascinó.
Descubrí que en una música popular, que se vende por millones
porque habla para el pueblo.
-En el libro, más que la vivencia del corrido del
narco, prevalecen las conversaciones con los autores.
-Eso se debe a que quise escribir este libro como una
investigación, entrevistando sobre todo a los compositores porque
son ellos quienes hacen las canciones que todos conocen. Por ejemplo, cualquiera
ha oído a Los Tigres del Norte, pero pocos saben de Paulino Vargas
y menos de Teodoro Bello, de quien se dice que es ahora el compositor más
cotizado en la historia mexicana, que ha vendido más que José
Alfredo Jiménez o Agustín Lara. Creo que es impresionante
escribir una canción tan fuerte como Crónica de un cambio,
pero aquí el señor Zabludovski habla con Jorge Hernández,
líder de Los Tigres, que vive en San José, California, mientras
el compositor está en México y la gente no lo sabe. De ahí
viene la idea de hablar con esta gente, mostrar sus vidas, sus ideas, cómo
componen, de dónde vienen, de dónde surge el corrido actual.
Los compositores de corrido en México son los escritores más
conocidos, porque se habla mucho de su obra aunque a ellos nadie los mencione.
-Nadie lo dice, pero hay más gente que escucha
corridos que la que lee los diarios.
-Así lo creo. El corrido de la administración
de Salinas, por ejemplo, de Jesse Armenta, se llama El circo. No
hay nada más conocido en México, es la crítica más
oída en el país. No hay nada parecido, ningún libro,
poema o artículo tan conocido como El circo, pero sólo
unos cuantos conocen a Jesse Armenta, que es el autor.
Viene de los corazones
-¿Cómo se relaciona el corrido con tu formación
profesional?
-¿ Empecé con la música folk, que para
nosotros pertenece al pasado, a los romances españoles, no es como
la balada pop. En nuestra sociedad aquello era algo tan importante
como un periódico o una novela, sobre todo porque el pueblo era
analfabeta. Creo que hemos perdido toda esa tradición y por eso
encontrarla en México es muy importante. Las epopeyas de los héroes
populares siguen vigentes aquí por medio de la música. Es
la cultura que representa a la mayoría de la gente. Eso para mí
es algo impresionante, viene de los corazones. Ni siquiera tengo palabras
ni en inglés para decir todo lo que el corrido implica.