Nula conexión con Agca
El Papa exime a Bulgaria del ataque contra su vida en 81
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Sofia, 24 de mayo. El papa Juan Pablo II eximió el viernes a Bulgaria de cualquier vínculo con el intento de asesinarlo en 1981, eliminando años de especulación de que el Estado balcánico estuvo relacionado con el atacante turco Mehmet Ali Agca en una conspiración.
La declaraciones del Papa -tras una reunión con el presidente búlgaro, Georgi Parvanov, en el segundo día de su viaje al Estado ex comunista- sonaron como música en los oídos de los búlgaros, quienes durante mucho tiempo sintieron que eran injustamente acusados de conspirar para matar a Juan Pablo II.
"En la reunión con el presidente (el Papa) expresó su opinión sobre el tema. Dijo literalmente: 'Nunca creí en la llamada conexión búlgara"', declaró a la prensa el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls.
Agca disparó al Papa en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, presuntamente por encargo del servicio secreto búlgaro, bajo las órdenes de la KGB soviética, que temía que Karol Wojtyla alentara una revuelta anticomunista.
Tres turcos y tres búlgaros acusados de conspirar con Agca fueron absueltos por un tribunal italiano por falta de evidencia. Pero el vínculo búlgaro nunca fue definitivamente rechazado.
El Papa, de 82 años, estuvo a punto de morir en el atentado, que fue el inicio de un lento deterioro en su salud. Ahora está visiblemente frágil, sufre de la enfermedad de Parkinson, que restringe su movilidad, le dificulta el habla y hace que una mano le tiemble incontrolablemente.
Las palabras de Wojtyla despejaron el ambiente antes de que le rindiera homenaje a la cultura ortodoxa de mil 100 años en Bulgaria, en el día festivo de San Cirilo y San Metodio, traductores de escrituras del siglo IX y padres del alfabeto cirílico, que aún usan muchos eslavos. Ambos son considerados los santos patrones de Bulgaria por su papel en convertir a la población al cristianismo.