Will Smith encarna al polémico pugilista
Estrenan hoy Muhammad Alí, única
cinta autorizada por el ex boxeador
JORGE CABALLERO
En 1964, cuando el pop art de Andy Warhol tomaba vuelo,
Cassius Marcellus Clay, de 22 años de edad, le gana a Sonny Liston
el campeonato de peso pesado en el boxeo. Diez años más tarde,
en 1974, cuando la guerra en Vietnam llega a su fin, el mismo boxeador
recobra el campeonato mundial de peso pesado; durante esa década,
cambió su nombre y, también, el mundo.
Michael Mann dirige a Will Smith (sobresaliente) en Muhammad
Alí (Ali, EU/2002), drama épico acerca del héroe
del mundo del pugilismo más grande de todos los tiempos. Un hombre
cuyo poder extendió su radio de acción más allá
del cuadrilátero.
El guión corrió a cargo de Stephen J. Rivele,
Christopher Wilkinson, Eric Roth y Michael Mann, basado en la historia
de Gregory Allen Howard, y la fotografía fue de nuestro compatriota
Emmanuel El Chivo Lubezki.
Muhammad
Alí también es protagonizada por Jamie Foxx como Drew
Bundini Brown, Jon Voight (irreconocible) en el papel de Howard
Cosell, Mario Van Peebles como Malcolm X, Ron Silver como Angelo Dundee,
Jeffrey Wright interpretando a Howard Bingham, Mykelti Williamson como
Don King, Jada Pinkett Smith como Sonji Roi, Nona Gaye como Belinda, Michael
Michele como Verónica y Joe Morton en el papel de Chauncy Eskridge.
Dice Mann: "Tenía que encontrar una historia que
quisiera contar. Comienza en 1964 y termina en 1974. En un nivel, la historia
es simple: un hombre gana el campeonato de peso pesado y le quitan injustamente
su título. Lucha por revertir su condena y comienza una cruzada
para recobrar su corona. Sin embargo, descubre que el tiempo no pasa en
balde y que éste le ha robado su destreza cuando está a punto
de enfrentar en Zaire a un George Foreman mucho más joven y fuerte".
Entrar en la cabeza del boxeador
Pero a Mann no le llamó la atención la idea
de hacer una película acerca de una figura histórica o de
un época per se. "No estaba interesado en contar esta historia
como un docudrama o una idealización de Muhammad Alí. Idealizarlo
es mermar su humanidad. Le robaría las inconsistencias y errores
que nos hace ser quienes somos, así como su verdadero valor y compromiso
para sobresalir como hombre y como atleta."
Para capturar la esencia de Muhammad Alí, el filme
busca darle al público una perspectiva personal única del
campeón. Como Will Smith lo describe: "Estás en el cuarto
de hotel después de que Muhammad Alí decide no dar un paso
adelante en la junta de reclutamiento. Ves la noche en la que conoció
a su primera esposa. Ves a Muhammad Alí en Chicago sentado en la
gasolinería viendo por televisión las Olimpiadas de 1968.
Ves su grandeza y decadencia, no mediante los encabezados, sino a través
de los ojos de sus amigos y de sus propios ojos".
La transformación de Will Smith en Muhammad Alí
no solamente requirió cambiar físicamente de ser un actor
de 84 kilos a un atleta de 100. Fue una metamorfosis del alma. Casi un
año antes de que las cámaras comenzaran a filmar, Smith comenzó
el arduo proceso de absorber los patrones de diálogo, los gestos
y las idiosincrasias del púgil. Más difícil que subir
al cuadrilátero, Smith tuvo que entrar en la cabeza del boxeador.
Tuvo que asumir un sinnúmero de personalidades: el rijoso, el diplomático,
el fanfarrón, el rapero original y el campeón.
"La gente quedará muy contenta con lo que verá
en pantalla", comenta Angelo Dundee, el entrenador de Muhammad Alí
que trabajó como asesor técnico en la producción,
y que es interpretado por Ron Silver en la película.
El filme cuenta con la aprobación del campeón.
"Esta es la única película que lo contará tal como
fue", comenta Muhammad Alí. "Soy el único que sabe la verdadera
historia de mi vida, y Will Smith y Michael Mann son las únicas
personas en las que confío para que lleven esta historia a la pantalla.
Estoy a su lado y su filme es el único que he apoyado."