KOREA JAPAN

Figo, un jugador capaz de enloquecer a la defensa rival

Portugal, con la generación de oro

Antonio Oliveira espera que su acreditada selección rinda al máximo

AFP

La selección portuguesa vuelve a una fase final de Copa del Mundo después de 16 años de ausencia. Además, regresan por la puerta grande, en primer lugar del grupo tras eliminar a una alicaída Ho-landa y superar a Irlanda.

Y es que a los lusitanos la etapa de clasificación les solía dar más quebraderos de cabeza que la propia competición. Vencidos por Italia en el último partido, no acudieron a Estados Unidos 94, y un empate con Alemania los privó de viajar a Francia 98.

En realidad, sólo han estado presentes en dos Mundiales. En su estreno, en Inglaterra 66, arrasaron. Quedaron terceros gracias a la eficacia del gran Eusebio, máximo goleador de la cita con nueve tantos.

Sin embargo, en México 86 hicieron el ridículo. Tras perder contra Inglaterra y Polonia, fueron vapuleados en primera ronda por un sorprendente Marruecos 3-1, en medio de graves problemas internos de disciplina.

Y volvieron a dejar una gran impresión en la Eurocopa 2000, donde sólo cayeron ante Francia en semifinales, gracias a un penal de Zinedine Zidane.

Antonio Oliveira, el seleccionador nacional, cuenta para ello con la "generación de oro", un puñado de hombres encabezados por Luis Figo que ganaron el campeonato del mundo sub-20 en 1989 y 1991, y que tendrán en Asia su última oportunidad para darle un título a su país.

Además, hay tres nombres nuevos, todos del Boavista, flamante campeón 2000-2001: Ricardo en la portería -que sustituye al veterano Vitor Baia-, Frechaut como extremo derecho y Petit de centrocampista al lado del ineludible Paulo Sousa. Fernando Couto y Jorge Costa siguen inamovibles como defensas centrales. Y junto a los también indiscutibles Figo y Rui Costa figurarán, en principio, Nuno Gomes y Miguel Pauleta.

Antonio Oliveira

Ya ha cumplido la primera parte, lograr que Portugal se clasifique para el Mundial de Corea y Japón después de 16 años. Ahora le toca la más complicada, conseguir que la ya crecidita generación de oro -campeones del mundo sub-20 en 1989 y 1991- rinda al máximo en su última oportunidad en una gran competición.

Cocinero antes que fraile, Oliveira fue en la década de los 70 uno de los centrocampistas más talentosos del futbol portugués -militó en las filas del FC Oporto y el Sporting Portugal, con los que ganó varios campeonatos- antes de meterse a entrenador.

Tras haberse ocupado de ocho clubes y de los jóvenes de la selección en los años 80, sustituyó a su compatriota Humberto Coelho al frente del seleccionado en agosto de 2000. Aunque el puesto no le era del todo desconocido: ya lo había ocupado entre septiembre de 1994 y junio de 1996.

Este hombre experimentado, tranquilo y de buen talante ha construido un conjunto que combina grandes figuras entradas en años -Figo, Couto, Rui Costa- con otros jóvenes talentos que aún tienen que demostrarlo todo, como Petit o Frechaut, ambos del Boavista. Porque una vez pasado el Mundial, a Oliveira le queda su segundo gran reto: la Eurocopa 2004, que su país organiza.

Luis Figo

Mejor jugador FIFA 2001 y Balón de Oro 2000, el mediocampista del Real Madrid Luis Filipe Madeira Caeiro, Figo, ex del FC Barcelona y armador de juego de la selección portuguesa, es un jugador despierto y ágil capaz de enloquecer a la defensa rival.

Figo es el segundo gran jugador portugués de la historia después del gran Eusebio en la década de los 60.

Y es que Figo pertenece a la constelación de los superestrellas del futbol. Su traspaso del Barcelona al Real Madrid en 2000 fue entonces el más caro del mundo, con 57 millones de dólares.

"Traidor, traidor", fue el único grito oído en el Camp Nou en el primer choque Barça-Madrid con Figo de merengue. Porque el portugués había sido el ídolo catalán. Fue Johan Cruyff, por entonces entrenador del Barça, el que le echó el ojo en 1995, cuando jugaba con el Sporting de Lisboa, después de haber sido campeón mundial juvenil en 1991.

Si bien Luis Figo tiene sentido del gol y es capaz de escapársele a tres o cuatro defensas y luego marcar, posee también un disparo de derecha impresionante y hace pases magistrales.

Hombre discreto, reservado, gran coleccionista de relojes y amante de la pintura, Figo está casado con una modelo sueca, Hellen Svelin, con quien tiene dos hijos.