Según ONG, el Banco Mundial flexibiliza políticas sobre tenencia de la tierra
Debe México continuar con el Procede, pero combinando eficiencia y equidad: BM y FAO
Equivocados, quienes afirman que hablar de reforma agraria está pasado de moda
MATILDE PEREZ U. ENVIADA
Pachuca, Hgo., 21 de mayo. Dos décadas después de que el Banco Mundial (BM) empujó el paradigma de que el mercado era el mejor mecanismo para acceder a la tierra y combatir la pobreza en Latinoamérica, lo que tuvo como resultado la reconcentración de la propiedad en quienes ya la poseían o en otros grupos de poder, ahora muestra una postura flexible, plural y abierta, pero no está dispuesto a reconocer sus fracasos y equívocos, apuntaron integrantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) durante el Encuentro latinoamericano y del Caribe, políticas de tierra.
Ante académicos e investigadores, integrantes de ONG de Guatemala y Bolivia advirtieron que el acceso a la tierra continúa siendo un foco rojo en los países latinoamericanos, principalmente en Guatemala, Brasil, Venezuela, Ecuador, Honduras y Colombia. Están equivocados quienes dicen que hablar de una reforma agraria en este tercer milenio está pasado de moda, señalaron.
En el encuentro regional, organizado por el BM y el sector agrario de los gobiernos federal y de Hidalgo, al que no fueron invitados indígenas ni campesinos, Miguel Orioste, director de la fundación Tierra de Bolivia, aseveró que si el BM y los gobiernos latinoamericanos están interesados en evitar situaciones de conflicto deben permitir una mayor democratización en el acceso a la tierra.
"Si el BM persiste en impulsar exclusivamente políticas de mercado de compraventa para el acceso a la tierra, América Latina va a vivir momentos de mayor violencia, pobreza y exclusión", advirtió. Esa política de mercado de tierras está ligada a la reforma estructural que se impulsó a partir de la década de los 80 e impuso a los países la apertura a las importaciones de alimentos y productos agropecuarios. Eso hizo altamente vulnerables las economías campesinas y liquidó la capacidad de los pobres de las zonas rurales de Latinoamérica.
Byron Garoz, integrante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas y Cooperativas de Guatemala, comentó que ese mecanismo de mercado de tierras no funcionará en la mayoría de los países latinoamericanos. "En Guatemala o países marcados por las diferencias nunca habrá vendedores ni compradores voluntarios."
La tierra, explicó, es un mecanismo de prestigio y poder. Hay que buscar otras estrategias de acceso a la tierra, como la recuperación de terrenos ociosos, establecer límites a la propiedad e incluso llegar a la expropiación en caso de necesidad social y colectiva.
Lamentó la ausencia, en el encuentro, de campesinos e indígenas. Eso "limita la consulta, porque no hay un nivel de representación, pero esperamos que en el informe aporten soluciones completas".
El BM debe poner más atención en la sociedad civil para, por ejemplo en el caso de Guatemala, tocar la estructura de los grandes latifundios. "Definir una propuesta o una política de acceso a la tierra, como pretende el BM al término de las consultas regionales en Latinoamérica, Asia, Africa y Europa, sin escuchar a los campesinos ni a los indígenas será limitada."
En medio de la crítica por lo acotado de la convocatoria, Klaus W. Deimiger, principal investigador del BM, comentó que en el caso de México no se ha llegado a ninguna conclusión en torno a empujar el mercado de tierras. Aseguró que el organismo internacional está satisfecho con los resultados del Programa de Certificación y Titulación de Ejidos (Procede), aunque 45 millones de hectáreas están pendientes de certificarse. Hay que seguir apoyando a los campesinos para que desarrollen su potencial productivo, agregó.
"Hay que crear condiciones de infraestructura, educación y otros bienes públicos, ya que la falta de esos elementos los pone en una situación en la que muchas veces no pueden desarrollar su potencial productivo."
Aseguró que el BM está consciente de la importancia de la tierra para lograr igualdad, desarrollo y gobernabilidad, por eso "pensamos que se necesita un poco de síntesis de toda la experiencia y dar algunas pautas para ayudar a entender la importancia de este factor tanto al personal del banco como a funcionarios de los países clientes, y darles algunas posibilidades para que respondan a estas nuevas exigencias".
Gustavo Gordillo, representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, consideró importante que se continúe con el Procede para que el programa llegue a todas las comunidades y ejidos de México. No descartó que en el ámbito rural del país haya riesgos y retos, pero, añadió, lo importante es ver cómo se combina eficiencia con equidad. "Hago énfasis en equidad, porque da la impresión de que muchos de los programas que hemos realizado en México y Latinoamérica no toman en cuenta suficientemente el problema de la desigualdad y el efecto que tendrá cualquier tipo de programas, porque no todo el mundo tendrá el mismo acceso."
Tocó al procurador agrario, Isaías Rodríguez, defender el Procede dentro de la perspectiva del BM. No se tiene la intención de cambiar, desincorporar o desnaturalizar la tierra, sino encontrar su vocación natural y generar su desarrollo mediante la inversión, previa certeza jurídica, aseveró.
Comercializar la tierra, abundó, es privilegiar el desarrollo y la inversión interna, y el Procede es parte de ese proceso, ya que la iniciativa privada llegará a invertir en el campo cuando haya certeza jurídica.