El celibato, sin refrendo bíblico
La idea del celibato como uno de los votos que deben obedecerse por todo religioso es algo muy reciente. Durante la mayor parte de la historia de la Iglesia católica los curas han podido casarse. Fue sobre todo a raíz del concilio de Trento, en el siglo XVI, cuando se exigió y se impuso una idea de celibato que no tiene refrendo en la Biblia.
En el rito latino de la Iglesia católica -que se practica fundamentalmente en Occidente-, los eclesiásticos que han aceptado las órdenes mayores deben guardar el celibato de manera obligatoria. En el rito oriental pueden estar casados todos los clérigos, a excepción de obispos y monjes.
En los concilios
Decreto 43 del concilio de Elvira (año 306): "Todo sacerdote que duerma con su esposa la noche antes de dar misa perderá su trabajo".
En el concilio de Nicea (325) se decreta que una vez ordenados, los sacerdotes no pueden casarse.
Concilio de Laodicea. Las mujeres no pueden ser ordenadas. Esto sugiere que antes de esta fecha se realizaba la ordenación de mujeres.
En 1074 Gregorio VII dice que toda persona que desee ser ordenada debe primero hacer un voto de celibato.
En el concilio de Letrán I (1123) se decreta que los matrimonios clericales no son válidos.
En el siglo XV, 50 por ciento de los sacerdotes están casados.
El concilio de Trento (1545 a 1563) establece el celibato, que prevalece hasta nuestros días. Fue bajo el papado de Pablo III, en el siglo XVI, el 13 de diciembre de 1545, cuando comenzó dicho concilio, que transcurrió en ocho años repartidos en tres periodos y del que surgieron el requisito del celibato y la disposiciones de clausura de las monjas. El papa Pío IV concluyó los trabajos en 1563 y se establece el celibato, tal como prevalece hasta ahora.
San Pedro, primer Papa, y los apóstoles escogidos por Jesús eran en su gran mayoría hombres casados. Además, el Nuevo Testamento sugiere que las mujeres presidían la comida eucarística en la Iglesia primitiva.
Papas casados
San Pedro, apóstol
San Félix III, 483-492 (dos hijos)
San Hormidas, 514-523 (un hijo)
San Silverio, 536-537
Adriano II, 867-872 (una hija)
Clemente IV, 1265-1268 (dos hijas)
Félix V, 1439-1449 (un hijo)
(JOSE ANTONIO ROMAN)