"Brutal guerra de baja intensidad en zona de conflicto"
Estado de sitio, la presencia del Ejército en Chiapas: Gallardo
La matanza de Acteal, estrategia del gobierno, dice Bañuelos
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 18 de mayo. La masiva presencia del Ejército Mexicano en la llamada zona de conflicto representa un "estado de sitio" para las comunidades que por años han reclamado su participación en el desarrollo social y que ahora viven una situación "de guerra fratricida, cuyo objeto es socavar la estructura legítima en que se apoya este reclamo social", afirmó el general Francisco Gallardo.
Aseguró que la guerra de baja intensidad -como la que se aplica en Chiapas- "es una práctica brutal que desarraiga y rompe la convivencia comunitaria, que generalmente va acompañada de muertes violentas, desapariciones forzadas, masacres, encarcelamientos, violencia física, guerra sicológica hacia los más desprotegidos, emboscadas, prácticas de tortura, destrucción de siembras, envenenamiento de agua, robo de ganado, saqueos, amenazas, humillaciones y hostigamiento constante; es decir, la negación a toda forma de vida y a la dignidad de las personas para causar terror y miedo, situación que impacta directamente a la conciencia comunitaria y por tanto a toda la sociedad mexicana".
El poeta Juan Bañuelos, a su vez, manifestó que la matanza de 45 indígenas en Acteal, el 22 de diciembre de 1997, "fue una estrategia gubernamental directa en contra de los indígenas inconformes de la diócesis que dirigía Samuel Ruiz, defensora de los derechos humanos, y de paso de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai). Ahora lo sabemos, pasado bastante tiempo".
Bañuelos se preguntó "Ƒquién nos podría contradecir hoy, después del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, que de un momento a otro los indígenas no sean acusados también de terroristas por exigir el respeto a sus derechos humanos?"
En su turno, el obispo emérito Samuel Ruiz García dijo que "todos admiramos que lejos de que haya habido un aplastamiento en la propia dignidad (de los desplazados), ha surgido ennoblecida la persona y han retornado algunos a rehacer un tejido social con nuevas inspiraciones, con una actitud de amor y no de odio".