En México, sólo 2 de cada 10 jóvenes
tienen acceso a la educación superior, subrayó
Pide De la Fuente al gobierno federal respuestas concretas
y no discursos ante problemas educativos
El rector manifestó que la UNAM no puede ser
una institución militante o subordinada
JOSE GALAN
Frente al rezago en educación superior que existe
en México, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente,
demandó al gobierno federal "respuestas concretas y no más
discursos". Recordó que la Carta Magna establece que financiar la
educación pública es responsabilidad del Estado y propuso
que los ajustes presupuestales que se hagan en materia educativa sólo
sean aprobados por la Cámara de Diputados.
El rector presentó un severo diagnóstico
de esta situación. En los países desarrollados nueve de cada
10 jóvenes entre los 19 y los 23 años tienen acceso a la
educación superior, mientras que en México sólo pueden
acceder a ella dos de cada 10.
Por esto urgió a que se aumente la oferta educativa
en estudios de bachillerato, carreras técnicas y licenciatura, porque
la UNAM no dispone de recursos necesarios para extender los beneficios
de la educación y la cultura a amplios sectores de la población.
Las cifras recientes, abundó, son dramáticas.
Participaron 80 mil aspirantes para ocupar 9 mil plazas que la institución
ofreció en el primer concurso de selección para licenciatura.
Esto representó un incremento en la demanda de 48 por ciento en
relación con el año anterior. También hubo alrededor
de 100 mil aspirantes para ocupar 33 mil plazas que la Universidad ofreció
para el primer ingreso de bachillerato.
El rector, acompañado del claustro académico
de la Universidad, entregó ayer, en el Día del Maestro, 162
reconocimientos al mérito universitario, y 151 más a académicos
con 35 años de servicios a la institución, así como
a 11 profesores con 50 años de antigüedad.
Ante ellos, Juan Ramón de la Fuente aseveró
que "la voz de alarma la hemos dado ya en varias ocasiones" y ninguna otra
institución de educación superior hace "un esfuerzo tan grande
como lo hace la Universidad para darle cabida en su recinto a decenas de
miles de estudiantes cada año". Sin embargo, la institución
no puede resolver por sí misma el problema nacional, señaló.
Puntualizó que "a una responsabilidad del Estado,
sólo se le da sustento con una política de Estado". Y un
primer paso para ello, abundó, sería que en el Presupuesto
de Egresos de la Federación se estableciera explícitamente
que los ajustes, ya sea en forma de ahorro o de recorte que se pudieran
hacer al gasto público a lo largo del año, sólo afectaran
al rubro educativo con aprobación explícita de los miembros
de la Cámara de Diputados.
Esta propuesta surgió a partir del reciente ajuste
presupuestal al sector educativo que fue de mil 816 millones de pesos.
En su discurso el rector sostuvo que la institución
tiene un "profundo sentido de compromiso con la nación, con un proyecto
de país sustentado en la justicia, la libertad, la equidad, la democracia,
la pluralidad, la tolerancia y la solidaridad".
El proyecto social de la UNAM no debe confundirse ni desvirtuarse,
"no puede ser una institución militante, no debe ni puede subordinarse
dócilmente a las modas en boga, a las tendencias de los gobernantes
en turno, ni a los intereses con fines de lucro o de poder. Tampoco es
un espacio para la violencia, la impunidad o la degradación social".
Por su parte, Jorge Mario Magallón, de la Facultad
de Derecho, propuso promover una reforma profunda que garantice la importancia
social que todo abogado debe poseer para constituir una renovación
moral, garantía de justicia en contra de la decadencia intelectual
y corrupción, factores que todavía están latentes
en algunos niveles de la administración de justicia.
Entre los profesores eméritos investidos están
José Manuel Berruecos Villalobos, de la Facultad de Medicina Veterinaria;
Juan Brom, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Arnaldo
Córdova, del Instituto de Investigaciones Sociales, y José
de Jesús Villalobos Pérez, de la Facultad de Medicina.