Los recursos se obtendrán de la partida
3000, gasto corriente, dice Carlos Urzúa
Destina el GDF $350 millones más para el proyecto
del segundo piso
Suman mil 850 millones de pesos los recursos
para la obra La ALDF había aprobado 500
ELIA BALTAZAR, LAURA GOMEZ Y RICARDO OLAYO
El gobierno capitalino dispondrá de 350 millones
más para la construcción del segundo piso en el Periférico
y el Viaducto, para sumar un total de mil 850 millones destinados a esta
obra, informó ayer el secretario de Finanzas, Carlos Urzúa.
Los recursos se obtendrían principalmente de la
partida 3000, que corresponde a gasto corriente de la administración
capitalina, y la disposición se inscribe en el programa de austeridad
impuesto por el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
Así, las autoridades dispondrán ahora de
mil 800 millones de pesos para construir el segundo piso, de los cuales
500 fueron aprobados en su momento por la Asamblea Legislativa, mientras
el resto se obtendrá de los ahorros de la administración
capitalina.
Urzúa afirmó que la disposición de
estos 350 millones de pesos más para la obra del segundo piso no
significará poner en riesgo los programas prioritarios del gobierno
capitalino, pues ya se tienen identificadas las partidas de las cuales
obtener el dinero y todas corresponden a gasto de funcionamiento administrativo.
"Con la mano en la cintura podemos disponer de esos recursos,
pero no mucho más porque no es tan fácil rascar para
obtenerlos", dijo Urzúa, quien aseguró que ya tienen un buen
plan para la reducción de gasto instruida por López Obrador,
con el fin de obtener el dinero extra para completar los mil 350 millones
de pesos que aportará el GDF para el segundo piso.
Descartan ampliación de recursos
Descartada por completo cualquier posibilidad de ampliación
presupuestaria por parte de la ALDF, las autoridades locales sólo
contarán con esos recursos para llevar a cabo la obra, pues el mismo
jefe de Gobierno advirtió ayer que el programa de austeridad está
en el límite.
Por primera vez, sin embargo, López Obrador dejó
abierta la posibilidad de que la obra no se lleve a cabo si no se cubren
los costos con los recursos con que cuenta su gobierno para este año.
De lo contrario, la última palabra la tendría la ALDF, donde
PRI y PAN son mayoría. Y dada su oposición a la obra, "van
a querer ganar allí", dijo.
"Si con el presupuesto que tenemos se puede realizar la
obra, pues va. Aun cuando los plazos se recorran uno o dos meses. Pero
es difícil pensar en una ampliación presupuestal o en obtener
más ahorros de los recursos del gobierno", dijo.
Por eso, insistió, los recursos con que cuenta
el GDF deben garantizar la conclusión de la primera etapa, que consta
de seis kilómetros, para que funcione aun si los legisladores deciden
no autorizar más presupuesto para 2003.
La obra no quedará inconclusa
Pero "no podemos pensar en un incremento de recursos por
parte de la ALDF para hacer los cinco primeros tramos, pues no tenemos
la seguridad de obtenerlos y no vamos a dejar la obra a la mitad", dijo
López Obrador.
También aseguró que de ninguna manera su
gobierno adjudicará de manera directa la obra. "Que quede muy claro
esto, pues hemos transparentado todo el proceso para no caer en las prácticas
de antes, cuando se sabía de antemano y en lo oscurito qué
empresas iban a ganar y éstas decidían las obras que se tenían
que llevar a cabo en la ciudad".
El jefe de Gobierno también advirtió que
no influyen en su decisión de llevar adelante este proyecto los
tiempos electorales. "No me importa que me digan que esta obra va a generar
molestias porque coincide con las elecciones de 2003 o que afectará
la imagen del gobierno. No me importa porque es una obra necesaria para
la ciudad."
El jefe de Gobierno sostuvo lo dicho ayer por la secretaria
de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, en el sentido de que se revisarán
las bases de licitación para conocer las razones que elevaron el
costo de la obra. Y si bien aseguró que las condiciones para la
construcción se flexibilizarían al máximo, no se llegaría
al grado de no pedir ninguna condición.