La aprobación en el Congreso, un plan
para desmantelar el país: Elisa Carrió
Empresas argentinas, a merced de bancos y acreedores
extranjeros, por la Ley de Quiebras
Cumple Duhalde con exigencia del FMI, enmedio de constantes
protestas de ahorristas
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 15 de mayo. Al tiempo que ahorristas
y manifestantes rodeaban el Congreso en protesta contra el Fondo Monetario
Internacional (FMI), los senadores votaron este día las modificaciones
a la Ley de Quiebras, ya aprobadas por los diputados, para cumplir así
un punto de la lista de exigencias del organismo financiero, lo que deja
a las empresas locales a merced de los bancos y acreedores extranjeros.
La aprobación se registró el mismo día
en que la diputada Elisa Carrió, de Alternativa para una República
de Iguales (ARI), denunciaba la modificación de esta norma ?la de
Subversión Económica está en debate? como parte de
un plan para "desguasar" (desmantelar) a Argentina.
Carrió denunció en este sentido planes de
la administración estadunidense de George W. Bush de llevar a Estados
a la quiebra. "No es un plan caótico como se dice, es un plan coloso,
un plan final de muy difícil salida", advirtió la legisladora,
quien encabeza las encuestas en las preferencias del electorado.
Ahora, el presidente Eduardo Duhalde podrá viajar
a la cumbre de países europeos con los de América Latina
que se celebrará en Madrid, con un "logro" en sus manos: el cumplimiento
de una de las exigencias de la larga lista que el FMI pone para comenzar
a hablar de un crédito para el país, que cada día
se ve más lejano.
"Argentina viene a ser algo así como la oveja negra"
en el mundo por haber declarado el default en el pago de su deuda,
justificaba Duhalde esta tarde, al insistir en la necesidad de que el país
se desenvuelva en un mundo "que ya no es bipolar sino unipolar", al igual
que lo hacen "Rusia y China".
El peronista sostuvo además que con la derogación
de la Ley de Quiebras se cumple con el "pedido que nos están haciendo
desde todo el mundo", en alusión al FMI, Estados Unidos y el Grupo
de los Siete.
Pero aquí, la presión ejercida por el gobierno
sobre el Congreso para cumplir con esta polémica tarea deja serias
heridas, no sólo en las filas del gobernante peronismo, sino en
las de la centrista Unión Cívica Radical, donde cada vez
más legisladores se preguntan de qué sirve hacer los deberes
cuando la pobreza, el desempleo y la impunidad aumentan. Hace apenas dos
días, el propio Duhalde recurrió a expresiones futbolísticas
al sostener que tenía la impresión de que el FMI le "corría
el arco" a cada rato.
Ahora parte hacia Madrid con una Ley de Quiebras a la
que se le ha anulado el mecanismo que impedía que en el proceso
de liquidación de una empresa los acreedores se queden con los activos
como forma de pago. De este modo, las compañías locales,
seriamente dañadas por la más grave crisis económica
de la historia argentina, quedan a merced de las poderosas empresas y bancos
extranjeros, y según analistas, se podrá completar la entrega
del país.
Sobornos
Mientras, las pintas contra el FMI y el gobierno estadunidense
revelan el estado de ánimo de la población, que los responsabiliza
por la crisis. La investigación de ARI sobre el vaciamiento del
país llega en momentos en que se conoce un documento de Transparencia
Internacional que muestra cómo las empresas de naciones poderosas
pagan sobornos a los funcionarios que negocian las privatizaciones en los
países llamados emergentes. Estados Unidos y España aparecen
encabezando esa práctica.
Y justamente, la diputada Alicia Castro denunció
hoy ante la justicia nuevamente el presunto pago de sobornos en el Senado
para que se derogue la Ley de Subversión Económica, que provoca
serios debates. Cabe recordar que el FMI nunca había puesto reparos
a esta norma, vigente desde hace años, casualmente hasta que ciertos
banqueros y políticos corruptos comenzaron a ser acusados por graves
delitos. El argumento fondomonetarista es que estas leyes alejan las inversiones
y provocan "inseguridad jurídica".
Pero el FMI va por más: su número dos, Anne
Krueger, considera que no debe ser abierto el corralito que significó
la confiscación de ahorros y salarios de los argentinos desde diciembre
pasado. Mientras el gobierno intentaba una flexibilización para
revertir uno de los obstáculos más serios para empezar una
reactivación, Krueger recomendó lanzar un plan bónex
(bonos garantizados por el Estado a cambio de los ahorros), a pesar de
que ese proyecto casi provocó otro estallido popular. Todos se preguntan
si no será precisamente esto lo que quiere el FMI, para dar el jaque
mate a Argentina.
En tanto, el problema argentino comienza a repercutir
en los vecinos. El presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga,
advirtió el lunes que el riesgo de que su país se precipite
en una crisis similar es remoto, pero existe. "Hace sólo cinco años
Argentina era la primera de la clase, obtenía las mejores notas
(del FMI)", recordó también. En Uruguay, los anuncios del
presidente Jorge Batlle sobre severos ajustes, justificándose en
la crisis argentina, han provocado fuertes protestas.