Piden aplicar medidas para paliar efectos de la sequía
Demandan legisladores a Fox analizar impacto de ley agraria estadunidense
ANDREA BECERRIL Y ROBERTO GARDUÑO
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó al gobierno del presidente Vicente Fox a poner en práctica medidas urgentes para contrarrestar los efectos de la sequía en varios estados de la República. El tema del agro mexicano ocupó buena parte de la sesión en la que legisladores del PRI y del PRD demandaron a las autoridades federales analizar el impacto de las nuevas medidas legislativas de Estados Unidos en la materia.
Una semana después de que el PRI presentó ante el pleno el punto de acuerdo para que las autoridades emprendan acciones con el propósito de paliar la sequía en todo el país -lo cual fue rechazado por el PAN- ayer el pleno de la Comisión Permanente aprobó por unanimidad el contendido del dictamen que exhorta a las secretarías de Gobernación, Desarrollo Social y Agricultura, así como a la Comisión Nacional del Agua a realizar una pronta, rigurosa y fidedigna evaluación de la situación actual y perspectivas para los próximos meses de las condiciones hidrometeorológicas del país, a efecto de identificar y cuantificar la problemática actual, así como los escenarios previsibles de riesgo".
La propuesta priísta refiere que en la década pasada se han presentado recurrentes anomalías climáticas en el país, lo cual han ocasionado severos daños al sector agropecuario en Sonora, Durango, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua.
Por "tal motivo, pese a la realidad que se constata, además de la alta propensión y vulnerabilidad de nuestro país a contingencias climatológicas, las declaraciones de algunos funcionarios han sido en el sentido de negar o minimizar la existencia de riesgos o posibles contingencias para el sector agropecuario nacional o para la población en general".
En la tribuna de la Cámara de Senadores también se abordó el tema de las medidas que aprobó el Congreso de Estados Unidos para apoyar indiscriminadamente a los productores agrícolas de ese país. El diputado Julián Luzanilla, del PRI, presentó un punto de acuerdo por el que exhorta a las autoridades federales mexicanas a iniciar el análisis de esas medidas:
"Las secretarías de Economía y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación deben presentar en un lapso no mayor a 60 días las acciones que se habrán de tomar para contrarrestar el impacto de la nueva ley agrícola de Estados Unidos sobre la producción agropecuaria nacional y su comercialización.
Los argumentos del diputado priísta recayeron en que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó la citada ley, cuya característica principal es que orienta la agricultura de ese país en el sentido contrario a los acuerdos que había suscrito en noviembre de 2001 en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, celebrada en Doha, Qatar, y en donde los países desarrollados se habían comprometido a alejarse de las prácticas desleales de comercio por el uso masivo de subsidios que, sobre todo, afectan a los países de menor desarrollo, que no cuentan con finanzas públicas suficientes para enfrentar de ese modo los intercambios comerciales.
Sobre el particular, el senador perredista Demetrio Sodi comparó los subsidios que se entregan en México a los productores agrícolas: "si sumáramos los apoyos que se dan a la comercialización con lo que es el Procampo, no llegan a 3 mil pesos por productor al año -equivalente a 300 dólares- contra los 9 mil dólares que recibe cada uno de los campesinos estadunidenses. Si de por sí las posibilidades de la producción agrícola mexicana para competir con granos básicos serían muy limitadas, debido a las grandes extensiones que tiene Estados Unidos, la gran tecnología, los niveles de producción, con los apoyos que se anunciaron nuestras posibilidades serían nulas".
También el diputado Julián Luzanilla enumeró los problemas del campo mexicano, donde "en los años recientes hemos presenciado el desplome de un gran número de cosechas que antes eran fuente importante de nuestra riqueza agrícola y de nuestro abasto alimentario; basta recordar el caso del arroz, la soya, el algodón y el trigo. Si no tomamos medidas enérgicas y oportunas para proteger nuestra agricultura, la estaremos condenando a su extinción paulatina, lesionando severamente la economía regional de amplias zonas del país, generando un desempleo masivo del campo y un éxodo hacia zonas urbanas, poniendo en peligro a todas las cadenas agroalimentarias y comprometiendo nuestro abasto alimentario".