José Cueli
San Isidro
Con Enrique Ponce en recuperación de su cornada
en la feria sevillana, la de San Isidro en Madrid -30 corridas- que se
inicia esta semana volverá a contemplar la competencia entre José
Tomás, que bajó el paso arrollador de las dos temporadas
pasadas y El Juli que sale a por todas en cada tarde y viene a consolidar
el puesto de mandón del planeta de los toros, actualmente.
Mas ninguno de ellos la tendrán fácil, puesto
que tarde a tarde, Morante de la Puebla se perfila como un clásico
del toreo. Como lo demostró en nuestra Plaza México, en donde
realizó en el serial mexicano una faena sin tacha, cargada de duende,
que fue "otra cosa". No es Morante torero de pelea, pero, de que
se trae a un toro enganchado con la muleta adelante, y lo templa de afuera
adentro y adentro afuera y lo remata hondo, debajo de la cadera, acaba
con el cuadro.
Ahí estará en la competencia por el trono
del toreo actual, otro consentido del público madrileño:
Luis Francisco Esplá, representante del señorío en
el toreo con su solera desordenada, que no es ni más ni menos y
tiene "eso" que les falta a otros. En ese gallinero ajeno, en papeles secundarios,
Eloy y El Zotoluco, que la llevan muy difícil. Pues además
de los mencionados, estarán, Joselito, Finito, Puerto, Rivera,
Abellán, etcétera.
Por otra parte, figura central en el elenco madrileño
estará Pablo Hermoso de Mendoza, que en cada actuación muestra
su innovación en el toreo: usar el caballo cual capote gracias a
lo cual sigue las normas de siempre del toreo, parar, templar y mandar.
Pero la mayor incógnita de San Isidro será el toro. ¿Embestirán
con encastada nobleza, los Pablo Romero, Miura, Domecq, Aguirre, Atanasio,
etcétera?