MUSICA
Juan José Olivares
1 Giant Leap
EQUIPADOS CON UNA computadora portátil, una video
cámara digital y el sueño de capturar y compartir con otros
las imágenes, la riqueza y fusión de los ritmos y sonidos
de la música del mundo, así como las ideas de algunos de
los más brillantes e influyentes artistas y músicos de las
regiones, hace dos años Jamie Catto (cineasta y fundador del grupo
Faithless) y Duncan Bridgeman (artista y productor) se embarcaron en un
viaje que los llevó a países como Senegal, Sudáfrica,
Uganda, India, Tailandia, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Reino
Unido para dar a luz el proyecto discográfico 1 Giant Leap,
el cual ya esta a la venta en Mexico.
LA
IMPORTANCIA DE este viaje sonoro es que en su itinerante recorrido, tuvieron
la oportunidad de recopilar melodías de brillantes músicos
como Neneh Cherry, Robbie Williams, Michael Stipe (REM), Dennis Hopper,
Asha Bhosle, Kurt Vonnegut y Baaba Maal, con los cuales se dio la fórmula
para dar a luz doce excelentes canciones que, lejos de etiquetarse bajo
la absurda denominación de world music, pueden ser consideradas
enigmáticas piezas de un rompecabezas musical que se complementa
en diversas latitudes del orbe.
QUIZA FALTARON MUCHOS artistas africanos, latinoamericanos
y asiáticos que, como joyas, se esconden de las luces del mainstream
mundial. No obstante, en este vagar por el mundo de los dos exploradores
ingleses, pudo darse la interacción de la tecnología con
lo casi tribal.
LA IDEA DEL proyecto de Catto y Bridgeman era escribir
las rolas, ponerlas en su laptop y llevarlas al campo. En lugar de reunir
fragmentos de música y llevarlas de vuelta al estudio de grabación
para volver a trabajar con los músicos, éstos pudieron escuchar
lo que los artistas habían realizado previamente. Esto significó
una interacción entre todos, ya que los cantantes en América
realmente podían oír a los músicos de la India, o
a los percusionistas de Africa y viceversa, y realmente crear música
juntos en lugares separados.
1 GIANT LEAP, disco de hechura profesional que,
por su libertad (aunque se escuche cacofónico), debe ser fundamental
en cualquier fonoteca personal.