El documento para el Senado, cuando la Armada se prepara para salir de nuevo en junio

Entrega Peyrot informe sobre primer ejercicio Unitas

Omite el encargado de Marina detalles sobre las prácticas hechas a finales de febrero

ANDREA BECERRIL

El secretario de Marina, Marco Antonio Peyrot González, envió al Senado de la República el informe sobre la primera incursión de tropas mexicanas en las operaciones multinacionales Unitas 2002, cuando la Armada ya se prepara para participar en la segunda fase de esas prácticas transcontinentales.

En el documento, el almirante Peyrot respondió a los integrantes de la Comisión de Marina del Senado -que le habían demandado información pormenorizada- que fuerzas especiales de la Armada, a bordo de la fragata Abasolo F-212, se integraron a los ejercicios navales de Unitas en su fase Caribe, del 22 de febrero al 10 de marzo, en aguas internacionales, frente a las costas de Colombia.

No se hace alusión alguna al conflicto que se ha creado con el Congreso, toda vez que las topas salieron de territorio nacional sin el aval del Senado de la República, lo que ha provocado la molestia de legisladores del PRI y el PRD, porque en junio otro grupo de la Armada irá a la segunda fase de Unitas, esta vez en las costas de Chile.

El titular de Marina argumenta que decidieron enviar a elementos especiales de la Armada a esos ejercicios navales para conocer los últimos adelantos en tácticas navales, buscar el contacto y el intercambio profesional, "así como conocer nuestras capacidades y vulnerabilidades reales, para estar en condiciones de proporcionar al Estado una respuesta efectiva cuando se requiera".

Peyrot González aseguró también que "la participación de México en ejercicios navales de corte internacional no propician compromisos con ninguna otra armada, ni con los Estados a los que pertenecen". No obedecen tampoco, dijo, a exigencias consecuencia de alianzas pactadas o cumplimiento de tratados militares que obligaran a los marinos mexicanos "a realizar maniobras navales de manera subordinada, ni a participar en operaciones combinadas de carácter bélico".

Aunque la comisión senatorial le solicitó información detallada, el titular de Marina no especificó el total de elementos de las fuerzas especiales que participaron en las maniobras. Sólo señala que por vía área llegó a Cartagena -el 21 de febrero- una avanzada, integrada por cuatro capitanes y tres oficiales, quienes asistieron a conferencias relativas a la operación de Unitas, en la Escuela de Superficie de la Fuerza Naval del Atlántico. El 23 de ese mes, se incorporaron al buque Abasolo.

Los oficiales y la demás tripulación de esa fragata participaron en 21 ejercicios navales, entre ellos uno denominado "el juego de la guerra", cuyo objetivo fue realizar tácticas simuladas, "para que el personal entienda y aplique las reglas del enfrentamiento y se entrene en el ejercicio de mando y control''.

También se ejercitaron en el lanzamiento de torpedo, "con el objetivo de entrenar al personal del Centro de Información y Combate y de Armas Submarinas, en el traqueo y seguimiento de un blanco submarino para poder efectuar disparo de torpedos.

Peyrot González precisó que el torpedo de práctica que disparó la fragata Abasolo les fue proporcionado por la Fuerza de Tarea de Unitas. Expuso también que las fuerzas especiales mexicanas asistieron además a seis ejercicios adicionales: salto de interdicción, tiro con pistola calibre 9 milímetros, operaciones marítimas, navegación costera y de patrullas.