Angel Sosa, anotador del único tanto,
con posible fractura de clavícula
Necaxa se impuso 1-0 a un inofensivo Toluca
José Cardozo también salió lesionado
LaVolpe quiere utilizarlo el sábado
CARLOS HERNANDEZ
Un semivacío estadio Azteca fue el marco adecuado
para un partido indigno de una liguilla. En duelo aburrido y de escasas
oportunidades de gol, Necaxa fue el menos malo y se impuso 1-0 al Toluca,
al iniciar las finales del torneo de Verano 2002.
Parece
mínima la ventaja de Rayos para enfrentar el encuentro definitivo
del próximo sábado en el estadio Nemesio Díez, donde
los Diablos calificarán con cualquier triunfo, mientras los rojiblancos
le apostarán al empate para avanzar.
El Toluca mostró una alarmante dependencia del
paraguayo José Cardozo, quien salió lesionado al minuto 10
del segundo tiempo y este jueves viajará para concentrarse con su
selección, con lo que los Rojos perderían mayor parte de
su ofensiva.
Sin embargo, el técnico choricero Ricardo LaVolpe
dijo que este jueves evaluarían la lesión de su estrella,
porque espera utilizarlo el sábado en el choque de vuelta.
Rafael Lebrija, presidente del Toluca, dijo que ha solicitado
a la federación paraguaya retener hasta el sábado a Cardozo
para el juego de vuelta contra Necaxa.
Fue el propio Saturnino quien definió a la perfección
el juego de anoche: "Nos faltó más garra y amor propio".
Los jugadores no salieron de su letargo hasta luego del
silbatazo final, cuando Hernán Cristante y Carlos Morales intercambiaron
empujones con los necaxistas Salvador Cabrera y José Luis Montes
de Oca.
Esto fue lo más emotivo de un partido en el que
el autor del gol, Angel Sosa, fue llevado en ambulancia al hospital por
lesión en la clavícula derecha, luego de ríspida acción
con el central Adrián García.
Lo destacable fue en los minutos iniciales. A los dos
de acción Cardozo bombeó el esférico a la entrada
del área; el balón pegó en el travesaño y después
en la línea de gol.
Necaxa respondió al 10 con anotación del
Rambo Sosa. Luis Pérez ganó el esférico con
una barrida y habilitó a Sosa, quien aprovechó que estaba
sin marca y con tiro suave venció al arquero argentino Cristante.
La defensa visitante, en lugar de marcar, se quedó estática
pidiendo inexistente fuera de lugar.
Después sólo hubo disparos de Pérez
y Carlos Castro que Cristante resolvió sin problemas, mientras Cardozo
fue el único despierto de su equipo y al 32 mandó un tiro
potente que el veterano Nicolás Navarro rechazó con problemas.
En la segunda parte se complicó para los Rojos,
ya que el paraguayo sufrió un tirón en el muslo derecho y
dejó su sitio al brasileño naturalizado Antonio Naelson,
quien la pasó de noche.
Sin Cardozo el cuadro de LaVolpe fue una muestra total
de incapacidad ofensiva y tuvo la pelota, pero no pudo superar a ninguno
de los defensores rojiblancos que sin pudor se replegaron en su área.
Zague se quejó del silbante Gilberto Alcalá,
porque "Codesal mandó un librito que indica que dar un balonazo
es una expulsión y a mí me dieron uno y no hizo nada"