Busca Washington inversiones de sus aliados de la OTAN
La guerra contra el terrorismo ha costado a EU 12 mil 500 mdd
AFP, DPA Y PL
Washington, 8 de mayo. La guerra lanzada por el gobierno de George W. Bush contra el terrorismo ha costado ya cerca de 12 mil 500 millones de dólares, y necesitará más fondos antes de finalizar el ejercicio fiscal, mientras Estados Unidos busca que sus aliados europeos en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inviertan en ciertos sectores de sus fuerzas militares para hacer frente a la "nueva amenaza".
"Disponemos ya de cerca de 14 mil millones de dólares y, efectivamente, gastamos unos 12 mil 500", indicó anoche ante un comité del Senado Dov Zakheim, jefe de contabilidad del Departamento de Defensa, y uno de los integrantes de una delegación de directores del Pentágono -que incluye al propio secretario de Defensa, Donald Rumsfeld- que presiona al Congreso para que autorice fondos suplementarios para la campaña antiterrorista.
Poco después de los atentados del 11 de septiembre las fuerzas armadas solicitaron una partida de18 mil millones de dólares para la lucha contra el terrorismo, por fuera de su presupuesto ordinario de 2002.
El presidente del Comité de Recursos del Senado, Robert Byrd, dijo haber sido informado de que los fondos estarían agotados para este mes. La partida adiconal solicitada por la Defensa es de 14 mil millones de dólares de aquí a septiembre, y 48 mil millones suplementarios en el presupuesto de 2003.
La solicitud precisa que 7 mil 900 millones de dólares son necesarios para la campaña en Afganistán durante el presente ejecicio fiscal, así como 43 millones para la seguridad en los puertos, 91 millones para reforzar el Comando Norte y fondos para construir rutas en Filipinas.
Rumsfeld, a su vez, informó este miércoles el abandono del proyecto del cañón móvil de artillería Crusader, un programa de 11 millones de dólares. Con el ejemplo de la "guerra contra el terrorismo" en Afganistán, justificó la decisión afirmando que Estados Unidos debe adoptar una nueva "estrategia de guerra" ante una amenaza "que no cesa de cambiar".
"Nuestro país necesita un ejército móvil, letal y desplegable para un gran número de eventualidades en el futuro", agregó el secretario de Defensa.
El Crusader, capaz de lanzar 10 obuses por minuto a una distancia de 50 kilómetros, había sido criticado por ser demasiado pesado para emplearlo en operaciones en el exterior.
El abandono del proyecto podría desencadenar una lucha en el Congreso, donde numerosos parlamentarios, principalmente los que representan al estado de Oklahoma, donde debía ser construido, prometieron luchar para mantener ese programa.
En Bruselas, en tanto, el embajador estadunidense ante la OTAN, Nicholas Burns, consideró que "para hacer frente a las nuevas amenazas la alianza necesita disponer de cierto tipo de capacidad militar", especialmente en las áreas de transporte estratégico, armas teleguiadas, fuerzas especiales y comunuicaciones protegidas.
Burns aseguró que no se trata de que todos los aliados "gasten 3 por ciento del producto interno bruto para su defensa (Estados Unidos invertirá 3.6 por ciento este año) sino de inversiones para mejorar su capacidad militar".