Incertidumbre entre inversionistas extranjeros
No hay condiciones para crecer 7% anual; si acaso 3 o 4, calcula el IMEF
HUMBERTO ORTIZ MORENO
No hay condiciones para que la economía crezca 7 por ciento anual, como prometió el presidente Vicente Fox durante su campaña política; una previsión más realista se ubica entre 3 y 4 por ciento, aclaró ayer el Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF).
El organismo alertó además que el riesgo país, que ha subido 16 puntos en las últimas semanas, para llegar a 266 puntos base, ''insinúa'' una tendencia al ascenso por la incertidumbre de los inversionistas extranjeros sobre la falta de conclusión de las reformas estructurales.
Todavía falta por ver si los recientes fallos del Poder Judicial en materia de energía eléctrica y electoral restan más margen de maniobra al Ejecutivo federal para aterrizar los cambios que ha propuesto, planteó el presidente del organismo, Luis Haime Levy. Consideró que en este año todavía podría darse un recorte más al gasto por 3 mil millones de pesos.
El especialista aseveró que la masa salarial no se ha recuperado en la medida de las necesidades de la población, lo que conlleva una reducción y debilitamiento del mercado interno, pero de manera preocupante un mayor rezago social y económico de la clase trabajadora, mientras la especulación financiera, o sea el mercado accionario por su cuenta, continúa siendo el más rentable del mundo en términos de dólares.
Se manifestó por restructurar el gasto público para aplicarlo con mayor eficiencia al sector salud y demandó estrategias para reconvertir el presupuesto social en inversión generadora de empleos y desarrollo regional integrado.
En rueda de prensa, aseveró que la inmadurez democrática mantiene al país inmerso en el cobro de facturas políticas, rencillas y diferencias partidistas sin enfoque nacional y por intereses de grupo, en tanto que prevalecen los rezagos estructurales del país en todos los órdenes.
''Mientras la democracia sea tan inmadura, sufriremos golpes al crecimiento económico'', deploró Haime Levy.
De entrada a la conferencia, destacó que pese a la mejoría en las expectativas de crecimiento, el rechazo del Congreso y la Suprema Corte al decreto presidencial que permitía una mayor participación del sector privado en la industria eléctrica no solamente podría conducir al desabasto del fluído y obstáculos al desarrollo nacional, sino a ''reformas mediocres que no incentiven la afluencia de recursos'' a este renglón, pues serían analizadas propuestas parciales para su restructuración.
Observó que la competitividad mexicana está prácticamente por los suelos (3 por ciento), lo mismo que la productividad (3 por ciento), a causa de la ruptura de diversas cadenas fabriles derivada de la ineficiencia de algunos de sus eslabones, lo cual ha ocasionado pérdida de empleos y generación de riqueza.
Pronosticó Haime Levy que la reforma laboral será un punto de conflicto político entre el Ejecutivo federal y las centrales sindicales, a pesar de que no define avances significativos en el tema.
''Se retrasa justo cuando el Banco de México subraya el persistente incremento de los costos laborales para las empresas mexicanas y los escollos al aumento de la productividad derivados, en particular, de un mercado laboral inflexible que encarece el costo de la mano de obra''.
Insistió en que la posibilidad de que las reformas estructurales pendientes ''se tornen mediocres'' es, sin duda, un factor de riesgo para el desempeño económico del país.
Por tanto, sostuvo que a largo plazo será muy difícil alcanzar crecimientos del PIB real de 7 por ciento y ello, remarcó, significará limitaciones para la generación de empleos y dificultades para elevar los niveles de vida de la población, con los consiguientes problemas sociales como la delincuencia creciente.