Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 9 de mayo de 2002
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Política

Martí Batres Guadarrama

ƑReformar o mutilar el Congreso?

Jorge Espina, líder legislativo del PAN, que en sus tiempos libres asesora a la Coparmex, ha marcado la línea sobre la reforma del Congreso de la Unión, que sus diputados siguen puntualmente y que ya han traducido en iniciativas de reforma constitucional.

Según el inefable "ideólogo", el Congreso debe reducirse y eliminarse la representación proporcional. Con ello se ahorrarían recursos, dice. En lugar de 500 diputados habría 400 o, mejor aún, 300. Así tendríamos "más eficiencia y menos derroche".

Dicha línea argumental se reproduce en decenas de medios, desde programas televisivos y radiales hasta en prensa escrita, sin excluir a medios extranjeros. Se dice repetidamente que ésa es "la reforma del Congreso". Ya no se habla de modificar sus atribuciones. Ahora reformarlo es mutilarlo.

No nos asombra la limitada inteligencia que expresa dicha propuesta. Tampoco la nueva campaña mediática para apuntalarla, pero llama la atención cómo propios y extraños van comprando algo que constituye un verdadero engaño.

Si el Congreso tiene menos o más legisladores es estrictamente insustancial. Afirmar que son muchos es relativo. Decir que en el mundo los parlamentos son más pequeños es mentiroso. Y buscar dicha reducción por la vía de la restricción de la representación proporcional es, cuando menos, tramposo.

En México existen hoy 500 diputados federales y 128 senadores para 100 millones de habitantes. En España hay 400 diputados y 200 senadores para 40 millones de habitantes. En Gran Bretaña son más de 600 los legisladores en la Cámara baja y más de 700 en la alta, con menos habitantes que en nuestro país. Los ejemplos pueden continuar y la conclusión es la misma: México no tiene un número desproporcionado de legisladores federales en relación con su población. Por otra parte, se afirma que el Congreso mexicano es muy caro; sin embargo, su presupuesto no llega siquiera al uno por ciento de todo el federal. Es más, no llega ni a .5 por ciento. El presupuesto del Poder Judicial de la Federación es más del triple que el del Legislativo federal. Incluso los gastos de publicidad del gobierno superan todo el presupuesto del Legislativo. En términos personales, Presidente, secretarios, subsecretarios, directores generales, coordinadores, embajadores y otros funcionarios perciben ingresos muy superiores a los de los legisladores. Se olvida que ha sido la Cámara de Diputados uno de los pocos órganos del Estado que ha hecho esfuerzos por disminuir su presupuesto desde la Legislatura pasada.

También resulta interesante para el análisis que los ideólogos legislativos del panismo propongan eliminar a los diputados de representación proporcional. Si el objetivo es reducir, Ƒpor qué no propusieron eliminar las 300 curules de representación uninominal para que sólo queden 200 de la proporcional? Así sería aún más pequeño el Congreso y se ahorrarían más recursos según su "lógica".

En realidad, al PAN, a la Coparmex y a Vicente Fox, que son esencialmente lo mismo (recordemos que Clouthier, Abascal, Bravo Mena y Jorge Ocejo tienen como matriz la Coparmex), no les interesa ahorrar recursos reduciendo el tamaño del Congreso y en el fondo saben que su planteamiento es una falacia. El objetivo real es restaurar el control del Congreso para el partido del Presidente.

Al desaparecer la representación proporcional, una mayoría relativa puede convertirse en absoluta, incluso arrasadora. Por ejemplo, si en las elecciones de 1997 en la capital del país no hubiera existido la representación proporcional el PRD, con 45 por ciento de la votación, hubiera ocupado 95 por ciento de las bancas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, es decir, 38 de 40 diputaciones uninominales. El PRI, con 26 por ciento de la votación, no habría obtenido ninguna diputación local.

Esto de eliminar la representación proporcional es irracional y profundamente antipluralista. Esto no es reforma del Congreso, sino mutilación, deformación y debilitamiento del mismo. Por lo demás, significa mirar al pasado, pues los regímenes de representación uninominal pura son del siglo xviii y la representación proporcional comienza a abrirse paso en el siglo xx.

La reforma del Congreso está en la ampliación de sus atribuciones, en la elevación de su fuerza y presencia para lograr el equilibrio entre poderes, para lo cual proponemos: 1) ratificación del gabinete presidencial por el Congreso; 2) comparecencias de funcionarios ante el Congreso bajo protesta de decir verdad; 3) Nuevo formato del informe presidencial para que el Ejecutivo conteste preguntas de los legisladores; 4) eliminación de los periodos de sesiones para que el Congreso sesione todo el año; 5) fin a la congeladora legislativa, enviando al pleno las iniciativas que las comisiones no dictaminen en un plazo perentorio; 6) establecimiento de un servicio de asesoría parlamentaria institucional y de carrera; 7) ampliación de la representación proporcional para que cada partido tenga el número de legisladores que corresponda a su porcentaje de votación; 8) referéndum para que el Congreso pueda convocar a consultas sobre los grandes temas legislativos; 9) representación pluriétnica en el Congreso; 10) establecimiento de la figura de juicio político al Presidente de la República.

El Presidente y el PAN han anunciado que van por la mayoría de la Cámara de Diputados en 2003. Sin tratar de adivinar el resultado de dicha elección, se puede anticipar el fracaso de tal estrategia. No tiene sentido que ambos busquen la mayoría en la Cámara de Diputados, pues en cualquier caso no la tendrán en el Senado de la República. Es decir, material y políticamente es imposible que Fox tenga el control del Congreso. Lo mejor para ellos sería establecer una estrategia para negociar con un Congreso de mayoría opositora y sobre esa base entender sus posibilidades y límites. Mientras el liderazgo legislativo del PAN esté en manos de la Coparmex sólo se pueden anticipar, para el gobierno, pocas estrategias inteligentes, exitosas, y sí nuevos fracasos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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