Muestra de cinco artistas en homenaje a El Principito
La ilustración infantil es propositiva y creativa; dejó de ser arte menor
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
En sólo 30 años de desarrollo profesional en México, la ilustración infantil (es decir, dirigida a los niños) ha alcanzado un nivel que la coloca junto a las mejores del mundo. Como breve pero representativo muestrario de lo que se hace en este terreno, hoy será abierta la exposición Dibújame un cordero, homenaje a El Principito, el libro de Antoine de Saint-Exupéry, en la Casa Universitaria del Libro. Participan cinco ilustradores, quienes con tratamientos y técnicas diversas recrean desde su personal punto de vista el universo del célebre personaje: Manuel Ahumada, Blanca Dorantes, Ricardo Radosh, Felipe Ugalde y Fabricio Vanden Broeck. Cada uno expone cinco trabajos.
Ahumada escultor
Uno de los aspectos llamativos de esa muestra -aunque es principalmente de ilustradores- es que se presenta como escultor Manuel Ahumada, conocido sobre todo como caricaturista y pintor. Además de sus ilustraciones, el autor de La vida en el limbo expone dos de sus primeros trabajos escultóricos -en cerámica- que tienen como tema al personaje de Saint-Exupéry.
Durante mucho tiempo -señala Blanca Dorantes- a la ilustración para niños se le ha negado su carácter creativo y propositivo, ''se le ha considerado un arte menor, pero en este momento creo que ya tiene otro rango".
Explica la ilustradora que se trata de una rama del diseño gráfico, con sus propios códigos, que requiere sensibilidad, imaginación, dominio de una técnica y que no necesariamente se limita a acompañar, por ejemplo, el texto de un libro, sino a recrear su contenido; a veces con resultados que por su calidad superan al texto. Por supuesto que en este caso no se refiere a El Principito, sino a otros libros.
Como otras artes, el problema de la ilustración en México no es de creatividad, sino que tiene que ver más con factores externos: falta de recursos y una impresión deficiente, que no le hace justicia al trabajo original: ''Hay una calidad en los originales que lamentablemente no siempre se refleja en la impresión; no se ve todo el trabajo que hay atrás de cada ilustración".
La ilustración infantil ya cumplió 100 años en Italia o Francia, pero -sostiene Dorantes- ''en 30 años de desarrollo profesional en México ha alcanzado un nivel alto, ya existe el ilustrador-autor que hace un trabajo propositivo y se atreve a ir más allá del texto". Esto es positivo si, además, se considera que los niños pertenecen a generaciones visuales, ''por lo que se necesita no tanto darle cantidad como calidad".
El año pasado, los mismos ilustradores que participan en Dibújame un cordero realizaron una muestra retrospectiva de 10 años de trabajo, El libro imaginado, también en la Casa Universitaria del Libro. Además de la exposición impartieron un curso de ilustración. Esta vez exhiben la muestra y habrá un segundo curso (del 3 al 24 de junio).
Más que una recreación convencional
''Con excepción de Manuel Ahumada -prosigue Dorantes- los otros cuatro expositores somos diseñadores gráficos y nos hicimos ilustradores sobre la marcha. Después de 10 o 15 años de trabajo advertimos que tenemos una especialidad que requiere un trabajo; no sólo es darle un dibujito a un niño. Un salto cualitativo en la ilustración infantil mexicana se dio en los años 70, cuando se editan los nuevos libros de texto gratuito. Fue un parteaguas propicio que vino acompañado del fomento a la lectura."
Para la actual exposición, los cinco ilustradores se propusieron trabajar sobre la obra de un autor que estética y conceptualmente les dijera algo: ''Fue un reto, sobre todo porque no quisimos hacer una recreación convencional. Cada uno tenemos estilos y técnicas diferentes. Manuel Ahumada trabaja la tinta y presenta dos esculturas; Felipe Ugalde trabaja con acrílico; Ricardo Radosh lo hace con escultura en papel; Fabricio Vanden Broeck utiliza técnicas mixtas y yo la acuarela", señala Dorantes.
(La muestra Dibújame un cordero se abre hoy a las 19 horas en Orizaba esquina con Puebla, colonia Roma. Para informes sobre el curso de ilustración llamar al teléfono 52 07 93 90.)