Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 8 de mayo de 2002
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Política

Es la única apuesta que tenemos para salir del subdesarrollo, dice el director del Conacyt

La investigación recibe en México uno de los presupuestos más bajos del mundo: Drucker

Reunión de análisis de la nueva Ley para el Fomento de la Investigación Científica

PATRICIA MUÑOZ RIOS

En México hay apenas unos 8 mil científicos y se tiene uno de los presupuestos más pobres del orbe para apoyar la investigación, por lo que se deberá vigilar no sólo que la nueva Ley para el Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica realmente se aplique, sino también que se otorguen mayores recursos al área, sostuvo el coordinador de Investigación Científica de la UNAM, René Drucker. A su vez, el director del Conacyt, Javier Parada, adelantó que el próximo año la meta será lograr la autorización de un presupuesto de 12 mil millones de pesos para este rubro.

Independientemente de las vicisitudes económicas, del entorno económico difícil y de las cuestiones adversas por las que se transite, la investigación debe ser un rubro privilegiado y se requiere verla no como un gasto, sino como una inversión estratégica del país, pues ''es la única apuesta que tenemos para salir del subdesarrollo'', señaló Parada.

El director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología convocó ayer a investigadores, legisladores y empresarios e industriales a una reunión de prensa conjunta, para que dieran sus puntos de vista sobre la recién aprobada Ley para el Fomento de Investigación Científica y Tecnológica. En esta mesa, los investigadores de la UNAM, del Colegio de Arquitectos y de la Academia de Ciencia y Tecnología coincidieron en que en que se logró conciliar en la nueva legislación los intereses del sector con los del gobierno, y señalaron que este ordenamiento mejoró sustancialmente respecto del que inicialmente se les había planteado. A su vez, los legisladores apuntaron que todavía hay algunos cabos sueltos, como legislar en materia de investigación transgénica.

La mejor inversión

Parada dijo que en todo el sector científico de México hay una coincidencia y profunda convicción: para que este país avance, sea grande, desarrollado, justo y equitativo, la única apuesta segura es invertir en el conocimiento, en mejores universidades, mejores profesores, sistemas educativos, centros de investigación y proyectos de investigación científica que resuelvan temas prioritarios, que ayuden, por ejemplo, a tener empresas competitivas, porque de la salud que tengan dependerá que la captación de ingresos fiscales sea mayor y existan mayores recursos para el sector social.

A su vez, René Drucker expuso que por primera vez se está haciendo caso a la comunidad científica del país; sin embargo, queda pendiente el tema de los recursos monetarios, pues aun cuando el presidente Vicente Fox prometió elevar el presupuesto a este rubro a uno por ciento del PIB, la ''pelota'' la tienen los legisladores, y anotó: ''Amistad que no se refleje en la nómina, pues no es amistad''.

El coordinador del área científica de la UNAM planteó que la visión de los investigadores quedó plasmada en la ley, cuyos avances fundamentales son: dar autonomía al Conacyt, formalizar el Sistema Nacional de Investigadores, crear el consejo consultivo e impedir que se sectorizaran los centros del consejo. Queda una buena ley que, si hay dinero, será muy buena, y si no, quedará en buenas intenciones, porque se requiere que se apoye con recursos, ya que estamos ''muy abajo, somos de los países que menos recursos dedican a la investigación en todo el mundo'' y apenas hay 8 mil científicos.

También presente en la reunión, la legisladora Silvia Alvarez, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, señaló que entre lasconacyt_dip_m07ua principales ventajas que ofrece el nuevo ordenamiento está el que el Conacyt coordinará el presupuesto total destinado al área, a la cual se da categoría de rubro estratégico para el desarrollo.

A su vez, el también legislador Rodomiro Anaya, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, opinó que esta ley dará mayor coordinación al área, impulsará la red nacional de centros de investigación, dará mayor autonomía y autogestión técnica y administrativa, y validez oficial a los cursos que se imparten. Advirtió que quedan varios temas por dictaminar en materia de investigación, como bioseguridad, transgénicos y otros que deben ser estudiados detalladamente para no establecer leyes restrictivas que frenen el avance.

Para el presidente de la Academia de Ciencia y Tecnología, José Antonio de la Peña, lo fundamental es que los científicos podrán participar en la definición de las políticas que atañen al sector; se regulan los fondos sectoriales y fondos mixtos, se desburocratizan las funciones de los fondos públicos para la investigación y se crea una política de Estado en este rubro. La ciencia en México no puede ser un lujo y el ''carácter tercermundista del país no justifica una baja canalización de recursos'', apuntó.

José Pineda, presidente de la Comisión de Tecnología de la Concamin, expuso que en 25 años el país tendrá que duplicar la población económicamente activa y se deberá hacer crecer cuatro veces el producto interno bruto; consideró que en la mejoría de los procesos y en la creación de empleo tendrá un papel fundamental la investigación, la cual enfrentará retos cada vez mayores, como abaratar los energéticos, mejorar los procesos productivos y encontrar nuevas fuentes de abastecimiento de recursos.

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