ASTILLERO
Julio Hernández López
PARECIA UNA FECHA redonda para la figura presidencial: había visto a Alberto García Aspe quemarle incienso a la hora de abanderar a la Selección Nacional de Futbol de la que Cuauhtémoc le había entregado la camiseta de jugador número 12; la señora Marta había revelado maravillosamente (como por Obra Divina), ante estudiantes de la Universidad Panamericana, que "sí se involucra, comparte, opina, se preocupa y se ocupa" en la toma de decisiones políticas de su esposo; había entregado el premio México de Ciencia y Tecnología y, entre el discurso del caso, había logrado expresar su "profunda indignación y consternación" por la muerte de dos pequeños en Ecatepec; y se había reunido en familia, a comer y platicar, con legisladores y gobernadores panistas en el inicio de las Rondas de Cri Cri en Los Pinos, con la vista puesta en próximos periodos de sesiones del Congreso.
PERO UN INGREDIENTE de última hora metió el sabor amargo al caldo: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó reabrir las investigaciones sobre el financiamiento de las actividades de campaña de Vegetales Frescos, perdón, de Vicente Fox. Por unanimidad, los miembros del citado tribunal ordenaron que se indague a fondo lo que sucedió en 2000 en la danza de los dólares en que Lino Korrodi, los Amigos de Fox y algunos familiares de éste fueron celebrantes principales.
LA DECISION JUDICIAL constituye un doble coscorrón: por una parte, al presidente Fox y, por otra, al presidente del IFE, José Woldenberg, y a los consejeros de ese instituto que por mayoría de siete a dos votos cerraron el paso el 9 de agosto del año pasado a las exigencias del PRD (fundamentada y expuesta especialmente por Pablo Gómez, a quien corresponde una parte notable de la consecución de esta decisión judicial que siempre aseguró sería así) y del PRI, hechas por separado, para que se indagaran los sospechosos movimientos detectados en operaciones realizadas por firmas como Vegetales Frescos, K. Beta, Grupo Alta Tecnología en Impresos y ST&K de México. En aquella ocasión, según nota de Renato Dávalos publicada en La Jornada, el citado Woldenberg, Alonso Lujambio (indagador en jefe), Gastón Luken, Jacqueline Peschard, José Barragán, Mauricio Merino y Virgilio Rivera desecharon las quejas presentadas por los dos principales partidos de oposición escudándose "en apelaciones jurídicas y vacíos en la ley". Rechazaron, además, "la vía de la controversia constitucional o que el IFE solicitara al propio Presidente la información que Hacienda negó insistentemente".
EN CONTRA DE ESE CAMINO de encubrimiento votaron en aquella fecha Jesús Cantú y Jaime Cárdenas. Este, incluso, en una declaración hecha "como consejero y como ciudadano", pidió al presidente Fox que instruyera a quien correspondiera en la administración pública, o a sus colaboradores de precampaña o campaña, para entregar al IFE los datos necesarios para saber la verdad sobre los financiamientos sospechosos. El consejero Cárdenas demandó al presidente Fox que "no sigamos rindiéndole culto a la opacidad de los actos políticos, a la desinformación pública y a la elusión de las normas constitucionales". El Presidente, sin embargo, prefirió beneficiarse de la presunta falta de regulación de las leyes mexicanas respecto a precampañas electorales (ni más ni menos que al estilo de Roberto Madrazo), sin aceptar que el financiamiento de actividades políticas por parte de extranjeros no está sujeto a temporalidades de ese tipo. El secretario de Hacienda, Gil, por instrucciones de su superior, también negó cualquier posibilidad de conocer movimientos financieros relacionados con ese expediente, atrincherado en el tal secreto bancario.
LOS INDICIOS DEL FINANCIAMIENTO ex-tranjero a la proyección electoral de Fox son firmes, aunque las novedades de la alternancia partidista y los pleitos y desencantos posteriores parecieron diluirlos. En La Jornada, el 9 de junio de 2000, el reportero Gustavo Castillo había dado a conocer el expediente de una de las firmas fantasma presuntamente trianguladoras de fondos forasteros. El encabezado principal de la primera plana de ese día rezaba: "Investigan en EU presuntos fondos ilegales para Fox", y los sumarios decían que "Implican a uno de sus hermanos en el envío irregular de 30 millones de dólares; Se sospecha que los recursos se desviaron a la campaña del panista; La empresa Vegetales Frescos habría sido utilizada como fachada". La información de Castillo no tenía desperdicio, pero en aquellos días los furores de la ola foxista y del voto útil no estaban para esas minucias.
AHORA, EL FANTASMA de las empresas fantasma de Juan Pablo y Cristóbal Fox, de las maquinaciones de Lino Korrodi y de las maniobras financieras presuntamente sapientísimas de los Amigos de Fox podrá ser investigado a fondo, sin secreto bancario que valga. Será buena oportunidad para que el presidente Fox demuestre en los hechos que está dispuesto a que se haga la voluntad del Señor en las vacas propias y no en las del vecino. Reunido a desayunar con ganadores del Premio Nacional de Periodismo, cuyos resultados ya no son decididos por el gobierno, Fox ha insistido en la importancia de la ley de transparencia informativa que ahora podrá poner en práctica sin necesidad de orden judicial alguna, a la que es de esperarse no denuncie en cadena nacional como uno más de los obstáculos puestos a su labor (por cierto, fue extraña la añoranza foxista de apropiarse, aunque fuera por vía gastronómica, y de discurso oportunamente boletinado, de una premiación periodística que debería esforzarse por mostrar ajena a los rituales del poder tradicional).
NO PUEDE DEJARSE DE LADO, sin embargo, el hecho de que la reactivación del asunto del financiamiento extranjero a la campaña de Fox coincida con el momento en que, según filtraciones hechas desde el propio gobierno federal, y formalmente denunciadas por el PRI, estaría por darse el paso adelante en el asunto del financiamiento desde Pemex a la campaña de Francisco Labastida. El interés electoral burdamente manifiesto de Francisco Barrio Terrazas por ganar las elecciones extraordinarias de Ciudad Juárez lo habría llevado a colocar estratégicamente en el calendario la detonación del caso Pemex para que retumbara el próximo domingo de comicios municipales norteños. Ahora, sea esa o cualquiera otra la fecha escogida, el presidente Fox, sus Amigos, sus funcionarios y su partido deberán compartir con el priísmo acusaciones relacionadas con la manera inmoral, ilegal y acaso delictiva de financiar sus respectivas campañas.
ƑY LAS PALABRAS ADULADORAS de García Aspe? ƑY las confesiones de Marta la Poderosa? ƑY la reunión de panistas en Los Pinos? ƑY el consejo ese de justicia penal de los empresarios sustitutos del Estado? ƑY Cuba en el Eje del Mal como clave para entender a Fox y a Castañeda? ƑY el viaje presidencial a Nueva York? ƑY las broncas de Madrazo con los dirigentes del PRI en Nayarit y el estado de México? ƑY las apuestas futbolísticas a cuya causa le llueven críticas y retos a este tecleador, que se vuelve santo cuando no se chivea? Ni modo. Ya no hubo espacio para tales y peores menesteres. Como diría cualquier vendedor de vegetales frescos: ai será pa la otra.
Fax: 55 45 04 73 [email protected]