Marco Rascón
Fox: Ƒprimero la patria, o los amigos?
Fox nos recordó al capitán Guarniz, el personaje de Brozo, y no a Vicente Guerrero, su tocayo. También nos dejó ver su tamaño, quizá más pequeño que el de Salinas; lo vimos más servil que Almonte y menos presionado que Santa Anna en sus oficios de entreguismo ante la voracidad de las águilas imperiales.
La televisión mexicana ha dicho a los niños que cuando alguien les proponga un acto indigno digan no a esa persona y que se lo cuenten a quien más confianza le tengan. ƑPor qué entonces se cuestiona que Fidel haya informado al pueblo cubano lo sucedido en Monterrey y las causas de su regreso apresurado? ƑPor qué los mexicanos no podemos conocer la grabación mexicana, a pesar de la ley recientemente aprobada por los diputados sobre el derecho ciudadano a la información oficial? Si era un secreto, Ƒsólo Bush y los de Coparmex tenían derecho a escuchar esa grabación, hoy convertida en trofeo de la derecha?
Con respecto a la información, Ƒen qué parte Fox decidió discrecionalmente que la versión de esa conversación debe ser clasificada como secreto de Estado? ƑDónde está el límite entre la privacidad personal de un mandatario y lo público? ƑA quién beneficiaba el secreto de esa conversación? ƑPor qué pedir privacidad de un hecho que obviamente trascendía lo personal e involucraba al gobierno de Cuba, de México y de Estados Unidos? ƑQué hacer cuando alguien pide guardar en secreto una propuesta llena de oprobio? ƑAcaso era Fidel un confeso que debía guardar lealtad a la traición que proponía Fox contra México y Cuba? ƑLos medios mexicanos cuestionaron la grabación privada entre Adriana y Raúl Salinas que se hizo por instrucción de Zedillo? Al contrario, apuraron el escandalillo con gusto y morbosidad y hasta defendieron y se hicieron cómplices del espionaje.
México vive una larga noche de sueños e ilusiones que se han convertido en pesadillas y caminan hacia la tragedia ante el choque de la expectativa nacional y el papel ominoso de un gobierno que, no obstante tener el viento a su favor en todos sentidos, juega un papel activo representando intereses externos de muy corta visión y profundizando la división de los mexicanos.
Fox tiene un gabinete en el que sus subordinados gobiernan y tienen agendas propias que mantienen la dictadura de los hechos consumados; él es responsable y víctima, al mismo tiempo, de los juegos sin control de sus subordinados. ƑPodría remplazar a Castañeda cuando el canciller es una de las principales cartas del gobierno estadunidense, que a falta de PRI, ahora desea hacer uso del dedazo en México?
La pobreza política de Fox, en representación formal del gobierno mexicano, es un componente de una crisis que va más allá de su propia incongruencia, que arrastra al país hacia una anexión sin beneficios locales y que lo convierte en un procónsul de la administración estadunidense.
Sólo de esta manera puede entenderse que la herramienta central de Fox sea "la amistad" y que su oficio político se circunscriba a pedir favores personales, utilizando la investidura con la idea de trivializar lo indigno: lo hizo con Marcos, el subcomandante del EZLN, de quien dijo, para confundir, que era "su amigo"; lo hace con Bush en el papel de caballerango, ayudándole como estribo, y lo quiso hacer con Fidel para denostar.
Entre el uso respetuoso del "usted" con el que se dirigía Fidel y el tuteo grosero e insistente de Fox, la defensa que ha hecho la parte mexicana simplemente legitima la insolencia. El tuteo reflejó asimismo la vieja intolerancia anticomunista contra una revolución que se ha convertido en un espejo molesto para las buenas conciencias, cuya concepción de la democracia es la que Estados Unidos ha impuesto.
Lo que quiso ser un favor para Bush terminó en mentira pública, y podría provocar una pregunta: Ƒquién es ese hombre largo, disfrazado de texano, a un lado de Fidel? ƑPor qué pensó Fox que ofrecer su imagen al comandante era una buena oferta para traicionar principios que no han dejado de defenderse desde el asalto al cuartel Moncada?
Definitivamente Vicente Fox sorprendió a Fidel. No creemos que nadie hubiese utilizado antes su investidura para hacer una propuesta tan "amistosa", tipo Al Capone, a Fidel, quien sólo utilizó la ironía para prevenirlo de sus palabras, pero nunca le faltó al respeto, ni a él ni a México.
Fox podría haber sido sencillo y protocolario, conservando la sumisión, si se hubiera concretado a asumir su papel de anfitrión en la reunión convocada por la ONU. Ahora es evidente que hay pruebas de que el servilismo del gobierno mexicano tiene iniciativa propia y que no se ha percatado de que los únicos derechos humanos que se violan en la isla son en Guantánamo, donde ninguno de los censores de Ginebra asomó las narices ni cuestionó nada.
Los medios mexicanos juegan con Fox al culto de la falta de personalidad y a la derecha le duele reconocer que el defensor de México en la cumbre de Monterrey no fue Fox, sino Fidel, el de siempre.
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