Reiteran fuertes discrepancias con su política exterior

Senadores de oposición piden a Fox respeto al Poder Legislativo

Habrá una mejor relación, les ofrece el mandatario

ANDREA BECERRIL, JUAN MANUEL VENEGAS Y VICTOR BALLINAS

Los coordinadores de PRI, PRD y PVEM en el Senado reiteraron ayer al presidente Vicente Fox sus ''fuertes discrepancias'' con la conducción de la política exterior en su gobierno y le demandaron respeto entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, poniendo fin a las descalificaciones, pues divergencia ''no significa que haya crisis''.

Fox recibió ayer por la tarde en Los Pinos a los senadores Enrique Jackson, del PRI; Diego Fernández de Cevallos, del PAN; Jesús Ortega Martínez, del PRD, y Gloria Lavara, del PVEM. Tras sesenta minutos de ''intensa discusión'', en la que unos y otro fijaron posiciones y establecieron prioridades, convinieron en redactar un ''comunicado conjunto'', dando la señal de que en adelante habrá mayor comunicación y puntualizando la ''coincidencia'' en la necesidad de ''promover'' una mejor relación entre ambos poderes.

Esa fue la señal que salió de Los Pinos, donde los legisladores fueron respetuosos del acuerdo al que llegaron con el mandatario y, sin querer responder a las preguntas de los reporteros, se limitaron a hacer una declaración -aparte del comunicado- en la que los cuatro marcaron lo ''positivo'' del encuentro. Incluso, el priísta Jackson consideró que ya ''es momento de dar la vuelta a la hoja y demostrar que somos capaces de ponernos de acuerdo''.

Sin embargo, más tarde, en el Senado, priísta, perredista y verde ampliaron sus comentarios y dejaron ver que en su encuentro con Fox salieron a relucir las fuertes divergencias que existen con su gobierno, sobre todo por el rumbo que ha seguido su política exterior y las descalificaciones que, empezando por el propio Presidente, se han hecho del trabajo legislativo.

Sólo 60 minutos duró la entrevista que el coordinador panista, Diego Fernández de Cevallos, calificó apenas la semana pasada de ''urgente'' necesidad, por lo ríspido que se había vuelto el trato por la negativa de los senadores de autorizar una gira de Fox por Estados Unidos y Canadá; el voto mexicano en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que censura al gobierno de Cuba, y las revelaciones de que el mandatario mexicano pidió a su homólogo cubano, Fidel Castro, ''no agredir'' a Estados Unidos en la pasada cumbre de Monterrey, de la que también le pidió irse en cuanto comiera.

La distancia entre el Ejecutivo y el Legislativo parecía alargarse, cuando la semana pasada la Suprema Corte falló en contra de un decreto presidencial que pretendía imponerse sobre la Constitución en materia de generación de energía eléctrica, abriendo la industria al sector privado, más allá de los límites legales. La intervención del máximo tribunal se dio, precisamente, a petición de los senadores (incluyendo los panistas) que promovieron una controversia constitucional frente a los actos del mandatario.

En ese clima se dio el encuentro de una hora entre el presidente Fox y los coordinadores parlamentarios, tiempo sólo suficiente para agendar ''un nuevo encuentro'', fijar posiciones y temas de interés para cada partido y establecer el compromiso de dar cauce a la reforma del Estado.

A las 14 horas llegaron a la residencia presidencial los senadores. Acompañando al Presidente estaría el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. Platicaron cerca de una hora y posteriormente los legisladores y Creel redactaron un ''comunicado conjunto'' dado a conocer a las 15:30.

''Se revisaron diversos puntos de la agenda política nacional, incluyendo temas de política exterior y la situación que prevalece en la relación entre ambos poderes'', dice la declaración que destaca, además, la conveniencia de ''impulsar la construcción de una agenda que dé cauce a los diversos temas de la reforma del Estado.''

De acuerdo con el texto, los senadores manifestaron a Fox ''su interés'' de convocar, junto con la Cámara de Diputados, a un periodo extraordinario que permita culminar un proceso legislativo de las iniciativas que ya se encuentran en el Congreso.

Finalmente, dijeron haber ''coincidido'' en la necesidad de promover una mejor relación entre Ejecutivo y Legislativo, y convinieron en ''tener encuentros de manera más frecuente, para lo cual acordaron convocar a otra reunión que se realizará próximamente''. Luego, de manera individual, Jackson, Fernández de Cevallos, Ortega y Lavara expusieron sus opiniones sobre lo ''positivo'' del encuentro y la voluntad de las partes para ''ponerse de acuerdo''. Eso sí, los cuatro remarcaron que el tema central de la plática había sido la política exterior.

Ya en el Senado, entre los asistentes se pudieron reconstruir algunos pasajes de la cita en la casa presidencial. Quedó de manifiesto que de manera cordial, ''pero firme'', los coordinadores de PRI, PRD y PVEM expresaron al mandatario sus ''fuertes divergencias'' con la conducción de la política exterior y le demandaron que prive el respeto entre poderes y cesen las descalificaciones.

Jackson comunicó a Fox la inconformidad de su fracción por el mensaje -en cadena nacional- del pasado 9 de abril, cuando se lanzó contra ''la oposición encabezada por el PRI'', acusándola de ''obstaculizar'' el ejercicio del gobierno, por no haberle autorizado el viaje a Estados Unidos y Canadá.

Con la encomienda del grupo parlamentario priísta, Jackson Ramírez le dijo a Fox que en su partido ''reprueban'' que hubiera partidizado una decisión, al responsabilizar al tricolor de una determinación del pleno del Senado. Igualmente, le recriminó al mandatario el exceso de haber recurrido a una respuesta en cadena nacional.

En defensa de Fox, Diego Fernández señaló que el Presidente sólo hizo uso de su derecho de réplica, a lo que la senadora Lavara respondió que la relación entre poderes debe basarse en el respeto mutuo y no en las descalificaciones. También planteó que el Ejecutivo no puede pretender que haya siempre unanimidad.

Fox, en tanto, reivindicó su facultad a conducir la política exterior. Señaló que está imprimiendo una forma distinta a como lo hicieron otras administraciones y que, por ello, entendía que provocara reacciones en contra. Sin embargo, una y otra vez, insistió en la facultad que tiene en la materia.

Se dio entonces ''una discusión intensa'', recordándole el perredista Ortega el compromiso que hizo en campaña de crear un consejo nacional para la definición de la política internacional de México. Le planteó a Fox, entonces, la conveniencia de ''hacer las definiciones'' en política exterior, por consenso.