"REFORMA" ELECTRICA: FALLO HISTORICO
Ayer,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió
a favor del Poder Legislativo la controversia constitucional interpuesta
por esta instancia hace 10 meses --27 de junio del año pasado--
en contra del presidente Vicente Fox, debido a que reformó, mediante
un decreto, el estatuto público constitucional de la industria eléctrica
para incrementar en forma arbitraria e ilegal la capacidad de los particulares
para generar energía y venderla al sector público.
En su fallo --adoptado por ocho votos a favor y tres en
contra--, el máximo tribunal del país estableció que
la decisión presidencial --Decreto que Reforma y Adiciona el Reglamento
de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica,
expedido por el presidente Fox el 22 de mayo de 2001-- no sólo contraviene
el artículo 27 constitucional, sino invade las atribuciones del
Legislativo.
El hecho es histórico, meritorio, reconfortante
y saludable por dondequiera que se le vea. Por una parte, y tomando en
cuenta que es la primera vez que el Poder Judicial resuelve una controversia
por invasión de actividades interpuesta por el Legislativo contra
el Ejecutivo, el fallo representa una prueba positiva de la funcionalidad
de la SCJN como tribunal constitucional y una expresión de solidez
y vigencia de las instituciones. Por la otra, es una defensa --por demás
necesaria, en los tiempos que corren-- de uno de los dos sectores de la
industria pública nacional que han sobrevivido al desmantelamiento
del Estado, el saqueo y la corrupción de los sexenios de Miguel
de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
En tercer lugar, el fallo tiene la significación
republicana de preservar y confirmar la separación de poderes, la
soberanía y dignidad del Legislativo, y el principio de que éste
y el propio Judicial han de ser contrapesos efectivos ante eventuales excesos
y extralimitaciones del Ejecutivo.
En otro sentido, no deben pasar inadvertidos los términos
enérgicos, inequívocos e inusualmente duros con que se expresaron
los ministros durante el debate de la resolución, al considerar
que el decreto referido constituyó "un auténtico fraude a
la ley", y exhortar a Fox a observar un comportamiento "respetuoso de la
Constitución".
Cabe recordar que, en junio de 2001, cuando el Congreso
de la Unión resolvió con el acuerdo de las tres fracciones
mayoritarias --PRI, PRD y PAN, partido éste al que pertenece el
Presidente-- presentar la controversia constitucional contra el Ejecutivo,
el mandatario tuvo una reacción arrogante. La controversia, dijo
entonces, "no es contra Vicente Fox, es una controversia y una discusión
acerca de si queremos tener suficiente fluido eléctrico (en) los
próximos años o si queremos vivir a base de apagones". A
renglón seguido, Fox se congratuló de que la SCJN tomara
cartas en el asunto y supuso que el fallo correspondiente le sería
favorable: "Qué bueno --dijo-- que el Poder Judicial va a tomar
cartas en el asunto y que dé una decisión, la más
justa, la más oportuna para que nuestro país pueda seguir
creciendo a tasas de 7 por ciento muy pronto".
A la postre, la determinación judicial no favoreció
a Fox y la economía no ha crecido en lo que va de su mandato, ni
a 7 por ciento ni a ningún ritmo.
Lo anterior debiera ser aprovechado por el actual grupo
gobernante y por quien lo encabeza como una lección de humildad,
espíritu de servicio y modales políticos, atributos que manifiestamente
escasean en el círculo presidencial.