El empresario huyó a Miami cuando Chávez volvió al poder
Decomisan armas en casa de un presunto implicado en el golpe
Líder del Parlamento venezolano aboga por cambios en el gabinete
Libertad condicional a 4 oficiales implicados en la intentona
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Caracas, 25 de abril. Las autoridades venezolanas se incautaron hoy de un lote de armas del ejército y de la policía en la residencia del acaudalado empresario Isaac Pérez Recao, presuntamente implicado en el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez y quien, al fracasar la acción, huyó inmediatamente a Miami.
El operativo fue llevado a cabo por la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves en una mansión en Las Mercedes, al este caraqueño, donde se halló gran cantidad de armas y municiones de guerra, señaló el teniente José Ponce -al frente del operativo- a la televisora Globovisión.
Entre las armas incautadas había una ametralladora miniuzi calibre 22 con silenciador, uniforme militar de un general de división, trajes de camuflaje, aparatos de visión larga nocturna, artefactos usados por francotiradores para fijar armas, 12 chalecos antibalas con rótulo que dice "policía", máscaras de gas, escudos antimotines y un fusil FN30 desincorporado de las fuerzas armadas venezolanas.
En el operativo, que abarcó los sótanos y una cancha de tiro, también se incautaron credenciales que acreditan al empresario y a su esposa como funcionarios de la DIM, firmados por el general Ovidio Poggioli, a quien se señala como uno de los implicados en la intentona golpista.
Ante la protesta de familiares y abogados de Pérez Recao, que alegaron tener los permisos correspondientes otorgados por el contralmirante Carlos Molina Tamayo, otro de los golpistas, los fiscales presentes señalaron que casi todas las armas halladas son de "guerra" y reservadas a las fuerzas del Estado.
Las investigaciones en marcha en torno a las responsabilidades de los golpistas apuntan a que las medidas adoptadas por el "presidente" transitorio, el empresario Pedro Carmona, como la disolución del Congreso y de los demás poderes públicos, además de arrogarse él mismo poderes extraordinarios, fueron decididas por un pequeño grupo "extremista de derecha".
De acuerdo con fuentes de la investigación, tal grupo de derecha era dirigido por Pérez Recao, poderoso hombre del negocio petrolero, de quien Carmona era empleado y quien actuaba bajo la conducción operacional de Molina Tamayo, uno de los militares que ya se habían pronunciado contra el gobierno constitucional desde febrero pasado, razón por la que fue dado de baja desde entonces.
Pérez Recao, quien se apareció en la comandancia del ejército y el palacio presidencial de Miraflores durante el breve control del poder por los golpistas, es identificado también por algunos medios como un traficante de armas de procedencia israelí y vinculado con sectores ultraderechistas del país y del Opus Dei.
Mientras, el Tribunal Supremo de Justicia decidió otorgar libertad condicional a cuatro oficiales generales implicados en el fallido golpe de Estado, luego de tres días de deliberaciones, de modo que su encausamiento tenga lugar bajo esa prerrogativa.
Tales militares beneficiados con la medida son el general Efraín Vásquez, ex jefe del ejército, el vicealmirante Héctor Ramírez y los generales de AviaciónDaniel Comisso y Pedro Pereira. No obstante, tendrán algunas restricciones, como la prohibición de salir de Caracas o del país, de no participar en marchas, reuniones y cualquier otra actividad política, y acudir cada semana al máximo tribunal.
El grupo de oficiales será sometido a un antejuicio de méritos para determinar su participación en la intentona efectuada entre el 11 y el 13 de abril. No obstante, la medida, que tiene vigencia de 30 días, no incluye a Molina Tamayo, por su condición de retirado, ni al coronel de la Guardia Nacional Isidro Pérez, quienes podrán ejercer los recursos pertinentes ante las instancias respectivas.
La decisión no fue bien vista por la defensa de los golpistas, cuyos abogados esperaban una libertad plena y que se les garantizara "el goce y el ejercicio de los derechos constitucionales que son irrenunciables", como si nada hubiera sucedido.
El magnate más poderoso de los medios de comunicación en Venezuela, Gustavo Cisneros, negó a la prensa que haya jugado un papel, tras bastidores, de financiamiento o ayuda al golpe. Rechazó que la concentración de prominentes legisladores, gobernadores, dirigentes empresariales, sindicales y eclesiales en el edificio de uno de sus medios el día del golpe haya servido para debatir la intentona.
Y mientras el canciller Luis Alfonso Dávila instó al gobierno de Estados Unidos a investigar las denuncias sobre una supuesta participación de Washington en la crisis, el embajador Charles Shapiro afirmó que las relaciones con Venezuela son buenas, tras entrevistarse con el ministro de Defensa, José Vicente Rangel.
El líder parlamentario, William Lara, instó al presidente Hugo Chávez a efectuar cambios ministeriales en el marco de su voluntad de rectificar, al tiempo que quedaba formalmente constituida la comisión de la verdad sobre los sucesos de violencia previos al golpe, y decenas de fotógrafos realizaron una marcha silenciosa en Caracas para rendir homenaje a uno de sus compañeros, muerto el 11 de abril.