Relatora de la ONU reitera llamado a Estados a aumentar protección de sus nacionales
Denuncian musulmanes agravamiento de la situación de trabajadores migrantes desde el 11 de septiembre
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra, 25 de abril. La precaria situación de los trabajadores migrantes se ha agravado desde septiembre de 2001 por el combate al terrorismo, que asume en cada uno de ellos a un terrorista potencial, denunciaron Argelia y Marruecos, y mostraron pruebas de que se ha complicado el proceso de integración de trabajadores musulmanes en la comunidad de migrantes y en su derecho al libre movimiento.
El tema de las garantías básicas de los trabajadores migrantes y de sus familias pasó muy a la ligera por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU debido a las presiones de tiempo en las sesiones -acaparadas por las intensas y constantes discusiones y toma de decisiones sobre el conflicto en los territorios palestinos ocupados y en las votaciones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba-, aunque las tres resoluciones relacionadas con el tema fueron adoptadas hoy por consenso: Protección de los migrantes y de sus familias (patrocinada por Ecuador), Derechos humanos de migrantes (México), y Violencia contra las trabajadoras migrantes (Filipinas).
Sin embargo, la documentación de apoyo para un diálogo fructífero entre los 53 Estados miembros de la comisión fue amplia: los informes del secretario general de la ONU sobre el Estatuto de la Convención Internacional sobre la Protección de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familias y el Informe sobre la violencia contra trabajadoras migrantes, entre otros.
Las sesiones contaron con la presencia de la relatora especial de los derechos humanos de los migrantes, Gabriela Rodríguez Pizarro, quien reiteró su llamado a los Estados a "emprender esfuerzos paraque sus nacionales no salgan en condiciones de absoluta desprotección, en manos de redes internacionales de tráfico, que están vinculadas a la corrupción, y ayudar a las familias de los migrantes que se quedan en el país y sus derechos son vulnerados.
Sin embargo, las delegaciones occidentales con su silencio hablaron de la discriminación, a pesar de que, tan sólo en un país, Estados Unidos, se han redoblado la prevención de ingreso a trabajadores desde el 11 de septiembre pasado y el control fronterizo con derecho al uso de la violencia contra inmigrantes sin papeles. De hecho, mil 800 nacionales de países latinoamericanos han perdido la vida entre 1997 y 2001 por la represión antimigrantes estadounidense, de los cuales unos 500 han sido mexicanos, denunciaron ONG. En Europa, los casos abundan.
Otros intentos por regularizar la situación no han rendido frutos: México no ha logrado un acuerdo bilateral con Estados Unidos, y Cuba, por ejemplo, sigue a la espera de que Washington responda a su propuesta de 2000 para prevenir la migración ilegal.
Rodríguez Pizarro resaltó como pasos de avance la Conferencia contra el Racismo (la Declaración de Durban contiene 45 párrafos sobre migrantes, trabajadores domésticos y personas explotadas laborales por su situación migratoria) y la Convención Internacional sobre la Protección de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familias que entrará pronto en vigor, pues falta la última de 20 ratificaciones necesarias.
Representantes gubernamentales de países de expedición de migrantes, coincidieron en afirmar que se toman medidas para proteger a esta creciente comunidad que, además, incorpora al producto interno bruto importantes fuentes de ingresos por las remesas financieras. México, por ejemplo, aseguró estar corrigiendo errores del pasado, pero su frontera con Estados Unidos sigue siendo una de las más peligrosas del mundo.