Un jurado revisará el caso a partir de este jueves
Muere mexicano al ser detenido con violencia en Houston
Una cámara registró los hechos ocurridos el 20 de enero
ELENA VEGA ESPECIAL PARA LA JORNADA
Houston, 24 de abril. Una vez más una familia mexicana que buscaba el "sueño americano" al norte del río Bravo se encontró con la pesadilla.
En esta ocasión se trata de la familia Torres, radicada en Tingüindín, Michoacán.
Luis Torres, un mexicano que contaba con residencia legal en Estados Unidos, murió durante los primeros minutos del domingo 20 de enero al ser arrestado por la policía de Baytown, un poblado ubicado a unos cuantos kilómetros al este de Houston.
Torres no tenía cargos en su contra; de acuerdo con los reportes de la autopsia no había rastros de alcohol o drogas en su sangre, era un residente legal de Estados Unidos y sufría de presión alta
La noche del domingo 20, elementos de la policía de Baytown se acercaron a Torres para tratar de detenerlo luego de recibir reportes sobre un hombre en posible estado de ebriedad.
Los oficiales interrogaron a Torres en un español poco entendible. Después, cuando Torres trataba de retirarse los policías empezaron a golpearlo, lo tiraron al suelo, le rociaron gas pimienta, uno de ellos puso la rodilla sobre su cuello y lo esposó. Ahí, en el suelo, Torres dejó de respirar.
A menos de 10 minutos de iniciado el arresto, Torres había muerto.
El incidente fue grabado por una de las cámaras de video instaladas en la patrulla de uno de los agentes y recientemente la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dio a conocer el video que puede ser visto en la página del Departamento de la Policía de Baytown http://police.baytown.org.
"Este es un video similar al que vimos en el caso de Rodney King (en Los Angeles). La diferencia es que Rodney King está vivo", dijo a La Jornada Johnny Mata, líder en Houston de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac, por sus siglas en inglés).
En el video se observan los golpes y se escuchan los gritos del mexicano, quien recién había regresado de Michoacán en donde había pasado Navidad con su familia.
Dicho video se ha convertido en una pieza clave para el caso que empezará a ser revisado el 25 de abril por un jurado de Houston que decidirá si existe evidencia suficiente para acusar formalmente a los cuatro policías que participaron en el arresto.
"El señor Torres murió luchando en contra de la policía, murió luchando por su vida", dijo a La Jornada el líder hispano Fred Aguilar.
Por lo pronto, y después del incidente, los oficiales Bert Dillow, Micah Aldred, Chad Billeaud y el sargento Rodney Evans fueron suspendidos temporalmente de sus actividades como policías.
"Las acciones que se ven en el video hablan por sí mismas", señaló por su parte Michael Solar, abogado de la familia Torres.
Los oficiales "lo tiraron por atrás, golpearon sus pies para tirarlo, saltaron encima de él y uno de los oficiales pone su rodilla sobre el cuello (...) ellos no tenían bases para creer que este hombre ponía en peligro sus vidas", agregó el abogado.
Byron Jones, jefe de la policía de Baytown, ha señalado que los oficiales tenían motivos para creer que Torres estaba armado.
Horas antes del incidente Torres había salido del hospital Bayshore donde había sido admitido por problemas con la presión arterial. Solar indicó que el incremento excesivo en la presión arterial de Torres pudo haber provocado que el mexicano pareciera desorientado.
Posteriormente la policía recibió la llamada en la que se reportaba a un hombre desorientado o posiblemente ebrio. Posteriormente, a las 00:24 horas del domingo 20 de enero inicia el video.
Los policías Bert Dillow y Micah Aldred detienen su patrulla, se acercan a Torres y lo registran. Después uno de ellos pregunta "Ƒcuántos cervezas?", a lo que Torres contesta: "no". Torres trata de irse tranquilamente, entonces Dillow indica a Torres en inglés: "Señor, no se resista, no se resista". Aldred ataca a Torres por atrás y los tres hombres caen al suelo.
Se escucha a Dillow diciendo que utilizarán el gas pimienta y en tanto Torres grita "I talk to you" (hablaré con ustedes).
Llega entonces el oficial Rodney Evans y los policías empiezan a golpear a Torres, quien está en el piso gritando. Uno de los oficiales coloca su rodilla, aparentemente, sobre el cuello de Torres. Finalmente esposan al mexicano quien, para entonces, ya no se mueve.
Cuando los oficiales se dan cuenta que Torres no responde, tratan de darle resucitación cardio-respiratoria sin éxito.
A Torres le sobreviven su esposa, tres hijos y dos nietos. "Esta familia ahora está sin un esposo y sin un padre, eso lo dice todo", dijo Solar.
Torres fue sepultado en México pocos días después del incidente. Su viuda permanece en Michoacán al igual que gran parte de la familia. Actualmente, dijo Solar, la familia "está muy preocupada por lo que va a ser el futuro para esta viuda, que no cuenta con ningún tipo de seguro, no va a tener ningún tipo de pensión, ella no tiene nada".
Marco Núñez, vocero del consulado de México en Houston, indicó que el cónsul general, Enrique Buj Flores, dirigió una carta a Byron Jones, jefe de la policía de Baytown. "El cónsul le mandó una carta al jefe de la policía de Baytown sobre el caso, pidiendo que se hagan las investigaciones pertinentes y se vaya hasta el fondo del asunto", indicó.
Organizaciones latinas en la zona han organizado conferencias, marchas y protestas a favor de Luis Torres y en contra de la brutalidad policial.