Será Washington el que responda a las acusaciones, afirma
Insiste Kissinger en su negativa a declarar ante tribunales
Más de 200 personas protestan por su presencia en Londres
Garzón ordena enviar a EU una comisión para interrogarlo
AFP, DPA Y REUTERS
Londres, 24 de abril. Más de 200 personas se manifestaron hoy aquí contra Henry Kissinger, ex secretario de Estado de Estados Unidos, a quien acusaron de ser uno de los mayores "criminales de guerra"; poco después, el ex funcionario estadunidense reconoció que "se cometerieron errores" cuando estaba en el gobierno de su país, pero rechazó que los tribunales sean las instancias adecuadas para analizarlos.
Ante las fuertes presiones de sus opositores y de más de 200 manifestantes en las calles, Kissinger dijo en el Royal Albert Hall, ante unos 2 mil 500 empresarios, que no eludiría preguntas sobre crímenes de las dictaduras latinoamericanas, con las que tuvo fuertes nexos en los 70, cuando fue funcionario del entonces presidente Richard M. Nixon.
"Es muy posible que se hayan cometido algunos errores", pero las responsabilidades que se toman en un puesto de gobierno están sujetas a las "equivocaciones", indicó, por lo que nadie que haya ejercido algún cargo puede afirmar que no las cometió.
"Henry Kissinger, criminal de guerra", o "Kissinger a la cárcel", eran algunas de las consignas de los manifestantes contra el visitante, quien logró eludir tres recursos simultáneos de la justicia, uno para ser detenido y otros dos para ser sometido a interrogatorios a petición de jueces de España y Francia.
Incluso, Amnistía Internacional (AI) acusó al gobierno británico de haber incumplido su deber sobre convenciones europeas y de la ONU en material penal, al negarse a las indagatorias judiciales solicitadas, bajo el argumento de que el gobierno de Estados Unidos le tenía "prohibido" comparecer.
Henry Kissinger, hoy de 78 años y galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1973 por las negociaciones para poner fin a la guerra de Vietnam, alegó que "el tema es saber si, 30 años después de los hechos, las cortes son el medio apropiado para determinar" las responsabilidades sobre los "errores" cometidos.
Reiteró su oposición a que las cortes enjuicien a los ex funcionarios sobre graves violaciones a los derechos humanos, y afirmó que "si se deja al juicio individual de jueces, quienes a su vez reciben la llamada información de grupos de interés, entonces el mero concepto de la jurisdicción universal será minado".
Aparte de los reclamos de magistrados de España y Francia para conocer sobre hechos relacionados con los crímenes del golpe de Estado pinochetista y de seis dictaduras sudamericanas durante la Operación Cóndor, el activista pro derechos humanos Peter Tatchell pidió el lunes su detención, sin éxito, acorde con las convenciones de Ginebra.
Tatchell refirió que mientras Kissinger se desempeñaba como asesor de Seguridad Nacional, y luego como secretario de Estado, bajo el gobierno de Nixon, no sólo fue responsable, sino que ayudó, instó y procuró la comisión de graves crímenes de guerra durante la intervención estadunidense en Vietnam, Laos y Camboya.
Deberían empezar por juzgar a sus criminales: Human Rights Project
Ya que los estadunidenses "hablan de combatir el terrorismo, deberían empezar por llevar ante los tribunales a sus propios criminales", aseveró Jimmy Bell, de International Human Rights Project, quien declaró que se estaban manifestando para pedir el arresto de Kissinger por sus "crímenes contra la humanidad".
El juez español Baltasar Garzón ordenó el envío de una comisión rogatoria a Estados Unidos para interrogar como testigo al ex funcionario, en el contexto de las investigaciones sobre los asesinatos de las dictaduras chilena (1973-1990) y argentina (1976-83), a lo que se ha negado sistemáticamente el Departamento de Estado.
Pero Kissinger sostuvo que será Washington el que responda antes que él, pues no es que se niegue a contestar a las preguntas que tengan que ver con las operaciones del gobierno, sino que éste quiere manejarlo, y que de ser necesario respondería él o cualquier otro funcionario requerido.