La juventud carece de dirigentes, ejemplos para
salir adelante, considera el Pentapichichi
El mexicano se ayuda en las desgracias, no en el éxito,
afirma Hugo Sánchez
Asegura que desde su nacimiento supo que no sería
un cangrejo como todos los mediocres
ABRIL DEL RIO /I
A la juventud mexicana "le faltan referencias, y a las
que hay, no se les ha sabido sacar provecho", sentencia Hugo Sánchez,
el hombre que a diario es asediado, a las puertas del lugar en el que se
encuentre, por grupos de admiradores en busca de autógrafos, una
fotografía o simplemente estrechar la mano de su ídolo.
"¡Es el futbolista más importante que ha
tenido México!", ilustra un señor a su pequeño hijo,
al paso del Pentapichichi por la puerta de maratón en el
estadio de CU. En la oficina de dirección técnica de Pumas,
Hugo Sánchez abre un espacio en su atestada agenda para recibir
a La Jornada.
Detrás del escritorio, el ídolo comienza
por contar cuándo se percató de que no sería un cangrejo,
como en los últimos meses ha insistido en referirse a todas
aquellas personas que, siempre respaldado en hechos, sólidos argumentos
y sin temer a la ofensa, considera mediocres.
"Fue desde que nací; creo que influyó mucho
mi educación, cosa que les agradezco a mis padres, que me guiaron
por buen camino. Primero a ser responsable en cuanto a la familia, luego
con una cultura de cara a la escuela y la disciplina de distinguir lo bueno
de lo malo. Tengo que agradecer sobre todo a mi madre, que fue la mejor
maestra, la mejor amiga, la mejor entrenadora que he tenido para subsistir
en esta vida, en la que a la gente que no está bien preparada, bien
educada, bien capacitada, le es muy difícil tomar el camino correcto".
Familia
de triunfadores
-¿Digamos que creciste sintiéndote distinto?
-Me di cuenta desde niño que, como niño,
tenía un sueño de querer destacar, de ser el mejor hijo,
el mejor hermano, el mejor novio, el mejor padre, el mejor futbolista,
el mejor dentista, el mejor todo. Esa mentalidad me la inculcó mi
madre, a mí y a todos mis hermanos, entonces seguí al pie
de la letra todo lo que me dijo mi madre, y de esa manera me fui haciendo
camino con las buenas amistades. Aquella amistad que bebía alcohol,
que se drogaba, la dejaba a un lado.
"Muchos me calificaron de mal compañero, de mal
amigo, y no, simplemente llevé mi disciplina, y con el tiempo me
he dado cuenta que teniendo esa fijación en cuanto a las metas,
pues me da como resultado cosas exitosas, satisfactorias en todos los niveles,
en el personal, estudiantil, sentimental, deportivo. Mi comportamiento
es en todo, no nada más en el futbol. Aparte de que si no hacía
mi tarea, mi madre no me dejaba salir a jugar.
"Hay mucha gente que no piensa así, y los que no
han pensado así, pues son mediocres y los considero cangrejos,
porque es una mentalidad, una forma de ser que tiene la mayoría
de los mexicanos. Eso me da tristeza; saber que somos pocos los que dejamos
de ser cangrejos."
-¿Cómo observas a la juventud mexicana?
-Creo que le faltan referencias. No se les ha apoyado
y no se ha sabido sacar provecho a las contadas referencias que hay en
México.
De política y liderazgos
Fiel a su costumbre de dar amplias respuestas, de no guardarse
ninguno de sus conceptos, Hugo manifiesta: "En la política hay muchas
referencias importantes. Hay buenos políticos en México;
lamentablemente no hay muchos, pero a esos buenos no se les aprovecha para
que instruyan y transmitan a los demás sus conocimientos. Hay economistas
muy buenos, pero como somos de mentalidad de cangrejo, no les damos la
importancia que tienen, y así no pueden compartir la información
que nos podrían dar.
"Tenemos destacados deportistas, todos ellos a nivel individual.
En conjunto no, porque el mexicano todavía no está educado
ni capacitado para trabajar en equipo. Respaldamos más a los de
afuera que a nosotros. La idiosincrasia del mexicano está para ayudarse
en las desgracias, no en el éxito.
"Y en la sociedad, pues igual, nos faltan las referencias
de los líderes que nos puedan llevar por buen camino; actualmente
hay muy poquitos buenos dirigentes. Hay mucha delincuencia, mucho alcoholismo,
la drogadicción crece y presiona, el sida va en aumento, y frente
a eso, nos falta sacar provecho a esos líderes de la sociedad, que
es lo que el pueblo necesita como referencia."
-¿Hay pocos líderes, ídolos, o no
se les da el valor?
-No se les explota. Al revés, intentan demeritar
sus logros. Son pocos, y en lugar de valorarlos, los toman como puntos
de referencia para mostrar celo y envidia, sus complejos. No hay capacidad
para la admiración.
-¿Cómo enfrentas a diario la admiración
de la gente?
-Disfruto muchísimo el respeto, el cariño,
el afecto, ese amor que la gente te manifiesta es maravilloso. El acercamiento,
la identificación con la gente, es maravillosa. Lo que pasa es que
el pueblo no tiene peso; el peso que tiene es muy modesto y muy noble,
muy manipulable todavía, y tristemente, porque si el pueblo supiera
trabajar en equipo, seríamos un país poderosísimo,
pero el nivel educativo y cultural del ciudadano mexicano todavía
es muy bajo, tanto como para imponerle situaciones injustas, que nos están
engañando, dentro de nuestros dirigentes. El pueblo tiene que darse
su lugar y también respetar.
Segundos de felicidad
-A diario te das grandes ratos para los autógrafos.
-Toda mi vida (deportiva) la he llevado así. Y
volvemos a lo mismo, la imagen que se me da es completamente distinta.
Los mínimos detalles son los que te hacen más grande. A mí
no me cuesta nada hacer feliz a la gente con un detallito de segundos para
una foto. Sobre todo, noto una entrega de ellos hacia mí, entonces
no tengo más remedio que entregarme a ellos. Es una comunión
que he tenido toda mi vida, una comunicación maravillosa, sin interferencia,
que cuando la hay, hay una desviación de la realidad, y eso es cuando
se cruzan intereses. Pero a mí lo que me importa es la vida misma,
el trato directo.
-Y ahora es más frecuente en tu casa puma.
-Afortunadamente es en todos lados, en la calle, en el
cine, y por eso es que esos homenajes que no se me dieron en México
a nivel directivo, federativo mexicano, me lo ha dado la gente en cada
muestra de admiración y cariño, que ese es el mejor y más
bonito homenaje, la entrega de la gente.