El Museo Mural Diego Rivera exhibe 8 telones
y cerca de 40 obras de caballete del pintor
Gómez Rosas, El Hotentote, fue en su
época un artista incómodo
Se acarreó enemistades que lo privaron de un
mejor sitio en la historia del arte nacional, dice el director del recinto
Relevante, conocer a un crítico de los ''intocables
de la cultura''
MERRY MAC MASTERS
El pintor José Antonio Gómez Rosas (1916-1977),
apodado El Hotentote, sin duda fue un artista incómodo.
Basta ver su telón Funcionarios de Bellas Artes ''inflando" a
Diego Rivera. Allí, mientras un grupo de personajes integrado,
entre otros, por Carlos Chávez, entonces director del Instituto
Nacional de Bellas Artes (INBA); Luis Sandi y Fernando Gamboa le bombean
aire al muralista guanajuatense, convirtiéndolo en una especie de
globo aerostático, su vasta obra de caballete, atiborrada de alcatraces,
sale disparada del Palacio de Bellas Artes para, en su caída, aplastar
al pueblo.
Otro
telón de Gómez Rosas, La tragedia griega, ironiza
la entrega del premio de Artes Plásticas, que José Clemente
Orozco recibe, como si fuera de la lotería, de manos del secretario
de Educación Pública, Jaime Torres Bodet. El crítico
de arte Justino Fernández lleva la cola de la toga a Orozco. Detrás
del podio Diego Rivera, enojado, consuela a una llorosa Frida Kahlo, no
obstante que su segundo lugar le haya proporcionado una bolsa de 5 mil
pesos, que sujeta en su mano izquierda. Muy ufano está el jurado
integrado por el Dr. Atl, Julio Castellanos y Francisco Goitia. En el otro
extremo David Alfaro Siqueiros, con atuendo guerrero, arenga a los demás
perdedores. Encima del conjunto revolotean los símbolos griegos
de la ira y la envidia.
Exhibición de disfraces
Américo Sánchez, director del Museo Mural
Diego Rivera, alude a esa obras cuyas temáticas en su momento le
trajeron a El Hotentote ''si no muchos enemigos abiertos, sí
ocultos, que luego son peores". Esta situación impidió que
con el tiempo Gómez Rosas, quien durante muchos años realizó
los telones para el baile de máscaras ?además de ser su personaje
central? efectuado en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP),
haya podido tener un mejor lugar en la historia del arte mexicano.
En 1988 el Museo Universitario de Ciencias y Arte, de
CU, organizó una primera exposición de los telones de ese
gigante corpulento de casi dos metros, aunque su apodo corresponde a una
raza de pigmeos. Ahora el Museo Mural Diego Rivera, en Balderas y Colón,
Centro Histórico, muestra ocho de los telones y, en forma inédita,
cerca de 40 obras de caballete, bajo el título José Antonio
Gomez Rosas: El Hotentote. La mano incontenible de la creación.
También se exhiben algunos de sus disfraces confeccionados para
el baile de máscaras, pues año con año ganaba el concurso,
así como diseños de vestuario y escenografía que realizó
para teatro y danza. En el proyecto colaboraron Nadia Ugalde, Rafael Arvea
y Tomás Zurián.
Anquilosadas enseñanzas
Nacido en Orizaba, Veracruz, para 1936 José Antonio
Gómez Rosas estaba ya inscrito en materias aisladas de la ENAP.
El año siguiente cursaba la carrera de maestro en artes plásticas,
aunque se inconformó ante las ''anquilosadas enseñanzas tradicionales",
según escribe en el catálogo el investigador Zurián,
quien, por cierto, fue ''chambero" de El Hotentote en San Carlos.
(Los chamberos eran alumnos reclutados para ayudar en la magna obra de
realizar los telones a cambio de un boleto de ingreso al famoso baile.)
Hay quien podría opinar que ''no es correcto" exhibir
obra en la que se crítica e ironiza al mismo Rivera en un museo
dedicado a su persona. Sin embargo, para Sánchez ''vale la pena
mostrar la obra de alguien que se atrevió a ejercer la crítica
a los personajes de la cultura mexicana más favorecidos en el momento
en que eran intocables". De lo contrario, ''pecaríamos, a destiempo,
de censores, si aun en estas épocas no exhibiéramos algo
que en su momento sólo tuvo la función limitada de decorar
los patios de la ENAP''.
El Museo Mural enfrenta obra de Gómez Rosas con
la de Rivera. A los pies de Sueño de una tarde dominical en la
Alameda Central (1947), dedicado por el muralista a Posada, se colocó
el telón ''homenaje" de El Hotentote al grabador.
Otro de los telones exhibidos ?todos sin fecha, aunque
se calcula que son de 1940 a 1960?, cuestiona La dualidad en Diego Rivera.
El muralista es presentado como un titiritero que maneja, por un lado,
el comunismo ateo, y, por el otro, el catolicismo, que discuten sobre la
existencia de Dios.
En vida Gómez Rosas no buscó fama, sin embargo
era muy solicitado. Es el autor de la decoración original de las
cartas y de los interiores de la Fonda Santa Anita y la Hostería
Santo Domingo.