Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 23 de abril de 2002
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Política
Las ocho coincidencias

En menos de tres años, la relación entre Vicente Fox y Fidel Castro, políticos que se conocieron apenas en febrero de 1999, pasó de la admiración mutua a la divergencia total. Todavía como gobernador de Guanajuato, Fox visitó La Habana y después de su encuentro con Castro consideró que el mandatario cubano es un hombre ''entero, con un gran pensamiento y una formidable palabra''.

El lunes 9 de febrero de 1999, Fox fue recibido por Castro en el Palacio de la Revolución. Acompañado sólo por sus hijos Cristina y Rodrigo, Fox anunció a los reporteros que tuvo ''ocho coincidencias'' y sólo ''dos divergencias'' con Castro. El entonces precandidato presidencial panista explicó así sus coincidencias: ''Yo, de padre gallego; él, de madre española, vasca; él fue a la escuela Lasalle con los hermanos lasallistas; yo también. En el quinto año de primaria, él se cambió con los jesuitas y en el quinto año yo me cambié con los jesuitas. El terminó la universidad con los jesuitas, yo terminé la universidad con los jesuitas. El no se ha recibido en alguna de las profesiones que estudió, yo tampoco''.

En aquella ocasión, Fox promovió con Castro la formación de un bloque comercial de América Latina y le subrayó: ''Comandante, usted y yo tenemos muchas coincidencias, como el deseo común del bienestar de nuestros pueblos... debería estar vestido de azul''.

En diciembre de 2000, al asumir la Presidencia, Fox y Castro se volvieron a encontrar en la ciudad de México. Era apenas el segundo viaje de Castro al país, desde su visita en 1994. En aquella ocasión, el primer mandatario mexicano que no provenía del PRI en 71 años aseguró que no presionaría a La Habana para que realizara cambios políticos. Las relaciones con el gobierno saliente de Ernesto Zedillo se enfriaron notablemente a raíz de la abstención de México a una declaración en Ginebra, en 1999, sobre la situación de derechos humanos en la isla. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, consideró que el nombramiento de Ricardo Pascoe -proveniente del PRD- como embajador mexicano en La Habana era un ''gesto hacia Cuba'' recibido con ''simpatía y afecto''.

El 3 de febrero de 2002 se realizó el tercer encuentro entre Fox y Castro. La calidez de 1999 se había transformado en amable formalidad. Ya no se mencionaban coindicencias. Ambos recorrieron el Centro Histórico de La Habana y Fox le otorgó la orden Aguila Azteca al historiador de la capital cubana Eusebio Leal. Los dos presidentes visitaron el Centro Internacional de Restauración Neurológica y saludaron a pacientes mexicanos que allí se rehabilitan.,

En aquella ocasión, el periódico Granma le preguntó a Fox: ¿cómo ve al presidente Fidel Castro? ''Pues, cómo lo veo? Como presidente de Cuba, una nación con la cual tenemos, como decía, una sólida relación; nos han invitado a esta visita de Estado y queremos hacerlo con gusto para seguir creciendo esta relación y añadirle más años después de los 100 que ya lleva.''

En ese viaje Fox sostuvo un encuentro con disidentes del régimen cubano, siendo el primer mandatario mexicano en realizar esto en territorio isleño.

El 27 de febrero de 2002, la relación mutua comienza su pendiente. Unas declaraciones del canciller Jorge G. Castañeda, realizadas en Miami el 26 de febrero, provocaron que 21 personas tomaran la embajada mexicana en La Habana. Fox se comunicó telefónicamente con Castro para ''intercambiar impresiones, agradecerle su intervención personal y su apoyo para normalizar la situación que se vive en nuestra embajada'', según un comunicado de la cancillería. Este había sido el incidente más espinoso en la relación bilateral.

El 22 de marzo de 2002, en la cumbre de Monterrey, Castro asistió a territorio mexicano y abandonó abruptamente el país, anunciando que ''una situación especial creada'' le impedía quedarse. El canciller Castañeda y el propio Fox negaron reiteradamente que existieran presiones para que Castro saliera de México y no coincidiera con el mandatario estadunidense George W. Bush. Sin embargo, la prensa cubana ?Juventud Rebelde y Granma? enfiló sus baterías acusando al canciller de ser el artífice de este cambio en la relación bilateral.

Hoy, a un mes de distancia y después del voto de México a favor de una resolución en Ginebra, que implica una crítica a la situación de los derechos humanos en Cuba, Castro realizó un hecho inédito: reveló una conversación privada con Fox para demostrar que el mandatario mexicano respondió a presiones de Washington.

JENARO VILLAMIL

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