El diplomático
Jaime Torres Bodet es el último ''gran secretario'' de Educación Pública y de Relaciones Exteriores que tuvo México y que ''ya quisiera para un domingo el PAN'' (Partido Acción Nacional), afirma Emanuel Carballo, primer biógrafo del intelectual y servidor público, quien considera que el olvido de este autor por la sociedad se debe a una mala costumbre de guardar en las bibliotecas o en las bodegas de las librerías a los clásicos y consumir la literatura de moda, que no necesariamente es buena.
Torres Bodet, para Carballo, es el mejor humanista junto con Alfonso Reyes y posteriormente con Octavio Paz; uno de los mejores oradores de México y un poeta decoroso. Y frente a la actuación de los actuales secretarios, un funcionario ejemplar.
Al respecto, Gutiérrez Vega comenta que Torres Bodet ejerció una política exterior en la que la negociación ''astuta y firme'', principalmente con Estados Unidos, predominó a diferencia de la actual, que desde el sexenio salinista se ejerce y cuya característica al parecer se reduce a acatar órdenes.
La capacidad negociadora y la dignidad de la diplomacia a la que perteneció Torres Bodet ganó el respeto de los presidentes y funcionarios del exterior, lo que hoy se ha perdido, afirma.
ANASELLA ACOSTA NIETO