Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 17 de abril de 2002
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Cultura

LA MUESTRA

Carlos Bonfil


En pleno verano

LA TRAYECTORIA DEL realizador Tran Anh Hung, nacido en Vietnam en 1962 y que radica en Francia desde los 13 años, es muestra elocuente de un mestizaje cultural muy atractivo para muchos. La elegancia de su estilo y el tino en la elección de sus temas le han ganado el favor de un público europeo extasiado ante el exotismo y sensualidad de un Vietnam casi mitológico.

LA ANTIGUA COLONIA francesa, el paraíso perdido que Marguerite Duras evoca en su novela El amante y que el director francés Jean Jacques Annaud traslada a la pantalla en un alarde de esteticismo relamido y hueco, tuvo en 1993 una presencia nueva, pretendidamente más ''auténtica", en el primer largometraje de Tran Anh Hung, El perfume de la papaya verde. La evocación que hace el cineasta de sus años de infancia y el aprovechamiento óptimo de los estudios franceses para dicha recreación, se recibió con tal entusiasmo que la cinta conquistó ese año la Palma de Oro del Festival de Cannes. Dos años después, el realizador triunfó de nuevo con un drama realista, Triciclo, y en el registro ya muy diferente de las atmósferas, se advierte la solidez de su estilo y la diversidad de sus propuestasverano-1 formales. También su talento de narrador. Todo esto es lo que justamente se echa de menos en su trabajo más reciente.

EN SU TERCER largometraje, En pleno verano (A la verticale del'été), Tran Anh Hung intenta regresar a su primer estilo, a la evocación de un universo familiar, a la sensualidad en el manejo de colores y texturas. Propone el retrato de tres hermanas durante una temporada tórrida en Hanoi, con su experiencia de duelo al conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de su madre. La hermana mayor, casada con un fotógrafo; la hermana apenas menor, casada con un novelista, y la menor de todas, Lien, fascinada por Hai, hermano de las tres, con quien sostiene una relación lúdica y ambigua, fantasiosamente incestuosa.

LA SITUACION SUGIERE de inmediato un cruce de conflictos domésticos, sobre todo en la insinuación de la primera infidelidad conyugal, que luego será cadena de engaños, decepciones y reacomodos. Sugiere por supuesto el mundo del taiwanés Ang Lee (Comer, beber y amar -Eat drink man woman-), aun cuando por el tono resueltamente antinarrativo, por el manejo de espacios y el registro sensual de densidades atmosféricas, se le pretenda comparar también con un modelo inalcanzable, Deseando amar (In the mood for love), de Wong Kar Wei.

AL LADO DE escenas notables como la que describe con detenimiento y música de Lou Reed y the Velved Underground, las mañanas de los hermanos menores, las penas y confrontaciones sentimentales de las hermanas mayores se inscriben en una lógica de telenovela, con el agravante de un ritmo de morosidad excesiva, anticlimático, sin atractivos mayores. La sensualidad de la fotografía de Pin Bing Lee, también camarógrafo, con Christopher Doyle, de In the mood for love, no rebasa por el contenido de la cinta un propósito básicamente ornamental, a la vez exótico y high-tech, como barniz modernista para este híbrido de cine de arte franco-vietnamita. Es imborrable la huella de Jean Jacques Annaud y su empalagosa visión de las exuberancias orientales.

SIN CONFLICTOS REALMENTE cautivadores y con su saturación de clichés visuales, el interés de En pleno verano languidece irremediablemente, aunque al mismo tiempo despierta en el cinéfilo el deseo de ver recientes propuestas de cine oriental (Imamura, Tsai Ming Liang), que con todo y ser más interesantes no encontraron lugar en esta Muestra.

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