Era más duro que el finalmente propuesto
por Uruguay, dicen autoridades de la isla
Entre enero y febrero, EU intentó que México
presentara un proyecto negativo sobre Cuba
Iba a ser llevado a Ginebra Ahí se decía
que no hay ''mejorías satisfactorias'' en derechos humanos Se
demandaba la presencia en La Habana de la alta comisionada de la ONU
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 15 de abril. Estados Unidos intentó,
entre enero y febrero pasados, que México presentara en la Comisión
de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas un proyecto de resolución
sobre Cuba, más duro que el finalmente propuesto por Uruguay, dijeron
aquí informes oficiales.
El
proyecto, según la versión cubana, sólo fue abandonado
por México en La Habana, la tarde del 3 de febrero pasado, durante
la visita de trabajo del presidente Vicente Fox a la isla.
El canciller cubano, Felipe Pérez Ro-que, entregó
a la prensa copias del documento en inglés que, a diferencia del
proyecto uruguayo, sostiene que no hay ''mejorías satisfactorias''
en los derechos humanos en la isla, descalifica argumentos de Cuba en la
materia y pide a la alta comisionada de Naciones Unidas del ra-mo que vaya
personalmente a la isla ''para investigar'' el caso.
Pérez Roque hizo la semana pasada una exhaustiva
explicación del trayecto diplomático que ha seguido el caso
cubano en la CDH. Afirmó que este y otros documentos relativos que
distribuyó son ''pruebas irrefutables de la patraña elaborada
desde el Departamento de Estado (estadunidense), con apoyo de algunos gobiernos
de América Latina, sometidos a una presión brutal'' por Washington.
El secretario de Relaciones Exteriores de México,
Jorge G. Castañeda, anunció el mismo 3 de febrero que México
no presentaría a la CDH ningún proyecto de re-solución
sobre Cuba y tampoco se uniría a una iniciativa de otro país.
A principios de año, Estados Unidos ha-bía
intentado que, con vistas al 58 periodo de sesiones de la CDH ?que empezaba
en marzo?, México encabezara ''esa iniciativa, aparentemente novedosa,
latinoamericana'', dijo Pérez Roque.
Antecedentes
El propio canciller había afirmado ante la televisión
cubana, el pasado 30 de enero, que al menos dos de los once países
latinoamericanos miembros de la CDH negociaban entonces el copatrocinio
de una iniciativa sobre Cuba. En dos cancillerías, dijo entonces
Pérez Roque, la diplomacia estadunidense ''se ha movido activamente''
y tiene ''puestas sus mayores esperanzas''.
El ministro cubano sólo identificó en-tonces
a Argentina como uno de los promotores, pero agregó que cancillerías
del área estaban ''entusiasmadas, destacándose por sobre
las otras en su protagonismo y su deseo de colaborar en esta maniobra''.
El gobierno de Vicente Fox quedaba en entredicho, porque el año
anterior había intentado promover una iniciativa similar, de lo
que al final desistió.
Después de la crisis bilateral surgida en la cumbre
de Monterrey, el diario oficial Granma volvió sobre el tema
en el editorial que dedicó a Castañeda el 26 de marzo. El
rotativo afirmó que fue el canciller mexicano quien concertó
con el De-partamento de Estado el plan de presentar la resolución
sobre Cuba ante la CDH, en alianza con Argentina y algún otro país
latinoamericano.
Según Granma, durante la primera ron-da
de pláticas encabezada por Fox y Fidel Castro en La Habana, el líder
cubano habló del proceso de Ginebra con palabras ''francas e irrefutables'',
que ''fueron escuchadas con respeto'' por el mandatario mexicano.
El diario agregó que la tarde del mismo día,
reunido con Pérez Roque, ''Castañeda, completamente desmoralizado
por el intercambio y desarrollo de la reunión an-terior entre ambas
delegaciones, aseguró que México no promovería un
proyecto de resolución contra Cuba. En iguales términos,
el presidente Fox le comunicó al presidente de Cuba la posición
mexicana, en el encuentro sostenido por ambos en horas de la noche''.
Con esa definición, que Castañeda hizo pública
en una conferencia de prensa por la noche, ''fracasa ese intento'', según
ex-plicó Pérez Roque el pasado jueves.
Así cayó ''la aspiración, el sueño
dorado de que un país con el peso, la autoridad de México,
fuera quien encabezara este ejercicio''. La cancillería mexicana
ha dejado pasar la versión cubana, sin confirmarla o desmentirla.
El proyecto que no fue
El texto, de factura estadunidense y que iba a ser presentado
por México, según las afirmaciones de Pérez Roque,
tiene elementos de las iniciativas que los tres años anteriores
presentó la República Checa sobre el tema en la CDH.
También desestima argumentos que Cu-ba suele invocar
al polemizar en la materia (sobre la no injerencia en asuntos internos,
el peso de los derechos económicos y sociales de la población
y el impacto del bloqueo económico por parte de Estados Unidos).
La versión entregada por la cancillería cubana es la siguiente:
''La Comisión de Derechos Humanos, recordando su
resolución 1992/61, que designa un relator especial sobre derechos
humanos en Cuba; tomando en cuenta que el gobierno de Cuba no ha realizado
mejorías satisfactorias en la situación de los derechos humanos;
reafirmando la obligación de todos los estados miembros de promover
y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales como se
demanda en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos.
''Reconociendo que los derechos humanos son absolutos
y universales, que no son ni internos ni externos y que el ejercicio de
la soberanía no puede ser usado como excusa para justificar ninguna
violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos; reafirmando
que, si bien es importante garantizar los derechos económicos y
sociales, esas garantías no deberían ser usadas como excusa
para dejar de acentuar los derechos civiles y políticos.
''Manteniendo que no es válido restringir los derechos
humanos en una sociedad, o violar las libertades fundamentales, con el
pretexto de oponer el Estado a los intereses extranjeros; que ninguna acción
hostil del exterior, ni la guerra ni el aislamiento ni el bloqueo ni el
ostracismo pueden justificar la violación de los derechos humanos;
afirmando que es nefando para la condición de los derechos humanos
o para las organizaciones internacionales el uso de criterios selectivos
basados en consideraciones políticas al hacer observaciones sobre
la situación de los derechos humanos en otras naciones.
''1. Llama a la alta comisionada para los Derechos Humanos
a visitar Cuba para investigar la situación de los derechos humanos;
''2. Pide al gobierno de Cuba que permita a la alta comisionada
la oportunidad de llevar adelante su mandato por completo, en particular
permitiéndole visitar Cuba.''
Sobre la yugular del gobierno peruano
Al rechazar México el patrocinio de ese texto,
''Estados Unidos comienza las presiones sobre el gobierno de Perú'',
dijo Pérez Roque. ''Estados Unidos se lanza sobre la yugular del
gobierno peruano.''
Según el canciller, la pretensión de que
Perú apadrinara el documento también fracasó, esta
vez por un error de la diplomacia estadunidense, que empezó a discutir
el texto con embajadas latinoamericanas en Washington, atribuyendo la autoría
al gobierno de Lima.
El documento, muy similar al uruguayo, fue también
presentado por el propio Pé-rez Roque a los periodistas el pasado
5 de abril, junto con un anexo que según el funcionario cubano era
un comentario del Departamento de Estado, en el que se pe-día más
energía en la acusación a la isla (la falta de ''progresos
satisfactorios'').
Perú rechazó públicamente haber elaborado
la iniciativa y el canciller cubano di-jo entonces que el gobierno de Lima
''nos ha manifestado su profundo disgusto por lo que considera una manipulación
evidente y un intento de utilizar a Perú en este asunto''.
Sin embargo, el 9 de abril en Ginebra, Perú hizo
circular de manera informal un proyecto de resolución sobre Cuba.
Según Pérez Roque, a principios de la semana pasada funcionarios
peruanos desplazados a esa ciudad invitaron con extrema reserva a una cena,
primero, y luego a un desayuno a diplomáticos de otras naciones
para promover el documento.
Ese proyecto, ya respaldado por los peruanos, era en sustancia
el texto que Lima había desconocido, aunque agregaba un reconocimiento
al papel ''esencial'' de la lucha contra la pobreza y reconocía
''los avances obtenidos por la República de Cuba en la realización
de los derechos sociales''.
Según el relato de Pérez Roque, un nuevo
giro se produjo cuando el pasado martes 9, el Congreso de Perú acordó
pedir al presidente Alejandro Toledo que se abstuviera en el tema cubano
en Ginebra. El plazo para presentar proyectos en el tema vencía
en la CDH el miércoles 10 a las seis de la tarde, por lo cual, bloqueado
el patrocinio peruano, ''el gobierno de Uruguay es llamado a escena por
el go-bierno del imperio''.
A las 17:45 del miércoles 10, Uruguay inscribe
en la CDH su moción sobre Cu-ba, copatrocinada por Argentina, Canadá,
Guatemala y Perú, miembros de la comisión, y apoyada por
El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá, no miembros.
En una de las conversaciones con los periodistas, consultado
sobre las expectativas respecto al voto de México, Pérez
Roque dijo que esperaba una abstención, porque sería ''un
voto valiente, un voto que Cuba apreciaría, por cuanto significaría
no votar a favor del proyecto que Estados Unidos organiza y presiona para
que sea aprobado''.