El restreno fue el martes pasado en el Polyforum
Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, el machismo
desde un enfoque lúdico
JUAN JOSE OLIVARES
El pasado martes fue el estreno en el escenario circular
del Polyforum Cultural Siqueiros de una de las obras esenciales de la dramaturga
Sabina Berman, la cual explora el fenómeno del machismo desde un
punto de vista lúdico: Entre Pancho Villa y una mujer desnuda,
en su segunda versión.
Con
la misma mirada reflexiva hacia la problemática femenina que se
desprende de los prejuicios machistas que la marginan, esta nueva versión
encarnada por Cynthia Klitbo (Gina), Ana Cioccetti (Andrea), Enrique Singer
(Adrián), Pedro Armendáriz (Pancho Villa), Ernesto Alvarez
(Ismael) y Lourdes Villarreal ?bajo la dirección de Carlos Corona?,
tiene como eje la relación amorosa entre un intelectual progresista,
autor de un libro sobre Francisco Villa, y analista político en
un periódico, que en realidad es un macho primigenio, y una divorciada
sumisa que cambia de actitud al descubrir el verdadero amor. Adrián
sufre el desencanto de la vergüenza que macho alguno puede consentir
al descubrir el grito liberador de su amante.
Como en la primera puesta estrenada hace diez años
y estelarizada por Diana Bracho, Jesús Ochoa y Zaide Silva Gutiérrez
(los cuales también intervinieron en la versión cinematográfica,
dirigida, por cierto, por la propia Sabina Berman e Isabelle Tardán),
el montaje, bien librado de la monotonía, propone de forma más
que divertida un modo no tan pisoteado de ver la figura del macho mexicano
con un sentido de nuestro tiempo, más desenfadado, pero con el mismo
núcleo de la anécdota dramática original.
Es una obra del que muchos llaman "teatro light",
pero de esencia muy valiosa, en el que el humor y el sentimiento se entrelazan
con el dolor y el erotismo, que se aderezan con ricos boleros que rememoran
el romanticismo perdido en una ambientación de color rojo intenso
que hace referencia al amor y a la lujuria.
No sólo la perpetua característica seximachista
de Villa recorre las butacas, sino el hecho de que la coprotagonista, Andrea,
es nieta heredera de Plutarco Elías Calles, antagónica y
"enemigo" de las ideas de Adrián, que al final reconoce su fracaso.
La puesta tiene los elementos suficientes para dejar un
buen sabor de boca: montaje sencillo, actuaciones claras bien ensayadas
y una buena musicalización. Esta nueva versión tiene algunos
ingredientes adicionales como un semidesnudo de Cynthia Klitbo bien justificado,
que la actriz ejecuta de manera natural.
Se puede decir que ya el montaje tiene gran ventaja si
se analiza el texto de Berman y sus elipsis, que siguen por el camino de
la sugerencia, sin contar con la ejecución por parte de los actores,
unos más experimentados que otros.
Es ya de por sí un placer apreciar las actuaciones
de Pedro Armendáriz Jr, como un Villa valemadrista, y Enrique Singer
como el intelectual inconsciente de su realidad, así como la de
Ana Cioccetti, que parece encontró integridad en un foro teatral
tan intimista.
La escenografía e iluminación es de Juliana
Faesler; el vestuario, de Carlos Roces; la musicalización, de Carlos
Corona, y la coreografía, de Ruby Tagle. A su vez, la coproducción
es de Carlos López, Sabina Berman y Cynthia Klitbo, con el propio
Carlos López como productor creativo.
Entre Pancho Villa y una mujer desnuda se escenifica
en el Polyforum Cultural Siqueiros. Insurgentes Sur 701, colonia Nápoles,
los jueves, 20 horas; viernes, 19 y 21 horas; sábados y domingos,
18 y 20 horas. Informes en el teléfono 5282-1964.