Reconoce al gobierno encabezado por Pedro Carmona
EU culpa a Chávez de la crisis que lo llevó
a "retirarse" del poder
La forma en que lo destituyeron socava la democracia:
experto
El Grupo de Río lamenta "interrupción
del orden constitucional"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 12 de abril. Las "acciones no democráticas"
del gobierno de Hugo Chávez provocaron la crisis en Venezuela, afirmó
hoy el gobierno de George W. Bush, y durante toda la jornada practicó
el malabarismo entre reconocer la autoridad de la junta encabezada por
el empresario Pedro Carmona y afirmar el compromiso de Washington para
apoyar los principios de la democracia en este hemisferio.
"Los actos de ayer resultaron en un gobierno de transición
hasta que puedan realizarse nuevas elecciones", declaró el vocero
del Departamento de Estado, Philip T. Reeker, en un comunicado difundido
esta mañana, en el cual se reconoce la autoridad del nuevo gobierno
interino.
Dos horas más tarde, el vocero de la Casa Blanca,
Ari Fleischer, también reconoció el establecimiento de un
nuevo régimen: "un gobierno civil de transición se ha instalado,
y éste ha prometido elecciones próximamente", dijo, sin describir
quién estableció este nuevo gobierno ni las normas bajo las
cuales se instaló. "No hay nada que indique que fue un golpe (el
que derrocó a Chávez). Esa es la idea preliminar", añadió
el vocero.
Pero para Arturo Valenzuela, ex director para América
Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la forma en
que el mandatario fue destituido podría socavar la recién
establecida arquitectura democrática del sistema interamericano.
"Este es un serio revés para los esfuerzos realizados a lo largo
de la década pasada para fortalecer y proteger la democracia en
el hemisferio", declaró en entrevista con La Jornada.
Varios
funcionarios gubernamentales expresaron su acuerdo con esta evaluación
y señalaron que la situación podría presentar un dilema
difícil para el gobierno de Bush, que desea apoyar el derrocamiento
de Chávez pero no el posible hecho de que haya sido resultado de
un tipo de golpe militar.
Para otros, lo único importante del asunto es la
destitución del presidente. Constantine Menges, ex alto funcionario
y asesor de Ronald Reagan para América Latina, declaró al
Washington Times hace un par de días: "todos los grupos prodemocracia
en Venezuela están unidos en el entendido de que Chávez ha
estado actuando para establecer una dictadura pro Cuba, pro Irak. Han tardado
pero entienden que este es el momento para restaurar la democracia en Venezuela".
Durante todo el día, los funcionarios estadunidenses
buscaron encontrar la forma de combinar un reconocimiento de la autoridad
de la junta y, al mismo tiempo, expresar el compromiso fundamental de Washington
con los principios de la democracia. "Estados Unidos está comprometido
con la democracia en todo el mundo, particularmente en nuestro hemisferio",
declaró el vocero de la Casa Blanca esta tarde. "Es, en todo momento,
la posición del gobierno de promover la democracia y la tranquilidad
y, como he indicado, los ecos son fluidos en la región y este es
un asunto que el pueblo venezolano determinará".
Pero Fleischer no dejó duda sobre quién
considera la Casa Blanca como el gobierno legítimo en este momento
y quién es el responsable de la crisis. "Sabemos que las acciones
alentadas por el gobierno de Chávez provocaron esta crisis", afirmó.
"Suprimió manifestaciones pacíficas, y sus simpatizantes,
por órdenes del gobierno, dispararon contra manifestantes desarmados,
resultando en 10 muertos y 100 heridos. Los militares y la policía
de Venezuela se negaron a disparar contra los manifestantes pacíficos
y se rehusaron a apoyar el papel del gobierno en estas violaciones de los
derechos humanos". Estos fueron los hechos que llevaron a la renuncia de
Chávez, señaló Fleischer.
El vocero Reeker, del Departamento de Estado, detacó
la responsabilidad del gobierno de Chávez en una declaración
oficial por separado. "Aunque los detalles aún no están claros,
acciones no democráticas cometidas o promovidas por su gobierno
provocaron la crisis de ayer en Venezuela", declaró. Repitió
lo dicho por la Casa Blanca sobre las manifestaciones y la violencia, como
lo de los militares y la policía, y mencionó la censura a
las televisoras. Como resultado de estas acciones, afirmó Reeker,
Chávez renunció y un "gobierno civil" de transición
ha prometido elecciones lo más pronto posible.
No obstante, el anuncio de un gobierno de transición
establecido en Venezuela fuera de cualquier norma o canal legal complica
la respuesta oficial estadunidense, ya que insiste en ratificar los regímenes
de ley y el apoyo de los principios democráticos en la región.
"Tenemos toda expectativa de que esta situación será resuelta
pacífica y dem
ocráticamente por el pueblo venezolano en acuerdo
con los principios de la Carta Democrática Interamericana", declaró
Reeker. "Los elementos esenciales de la democracia, los cuales han sido
debilitados en meses recientes, deben ser plenamente restaurados. Consultaremos
con nuestros socios hemisféricos, dentro del marco de la Carta Democrática
Interamericana, para apoyar a Venezuela".
Sin duda, la declaración del Grupo de Río,
horas después de lo dicho por Washington, calificando los hechos
en Venezuela como una "interrupción del orden constitucional" complicará
aún más la articulación de la posición pública
del gobierno estadunidense.
La CIA estaba preocupada
Washington no ocultó su crítica al régimen
de Chávez casi desde el principio de su mandato, y en febrero de
este año, el director de la CIA, George Tenet, lo expresó
explícitamente: "estoy particularmente preocupado por Venezuela,
nuestro tercer suministrador de petróleo", dijo en testimonio ante
el Comité de Inteligencia del Senado. "El descontento doméstico
con la 'revolución bolivariana' del presidente Chávez está
creciendo, las condiciones económicas se han deteriorado por la
caída de los precios del petróleo y el clima de crisis probablemente
empeorará".
El senador Jesse Helms expresó hoy su complacencia
por la supuesta dimisión del presidente venezolano. "La renuncia
esta madrugada de Hugo Chávez como presidente de Venezuela sólo
puede ser vista como una bendición y como la voluntad del pueblo",
afirmó el senador conservador, quien apeló a los simpatizantes
del ex mandatario a deponer las armas y llamó a la junta presidida
por Pedro Carmona a convocar a elecciones "lo más pronto posible".
Mientras los circuitos oficiales de Washington continúan
evaluando su postura pública, el gobierno de George W. Bush cuenta
con dos funcionarios con conocimiento extenso de Venezuela. El encargado
de América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca,
John Maisto, y el subsecretario asistente para América Latina del
Departamento de Estado, Otto Reich, ambos fueron embajadores de Estados
Unidos en Caracas.