Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 13 de abril de 2002
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Mundo
Reconoce al gobierno encabezado por Pedro Carmona

EU culpa a Chávez de la crisis que lo llevó a "retirarse" del poder

La forma en que lo destituyeron socava la democracia: experto

El Grupo de Río lamenta "interrupción del orden constitucional"

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 12 de abril. Las "acciones no democráticas" del gobierno de Hugo Chávez provocaron la crisis en Venezuela, afirmó hoy el gobierno de George W. Bush, y durante toda la jornada practicó el malabarismo entre reconocer la autoridad de la junta encabezada por el empresario Pedro Carmona y afirmar el compromiso de Washington para apoyar los principios de la democracia en este hemisferio.

"Los actos de ayer resultaron en un gobierno de transición hasta que puedan realizarse nuevas elecciones", declaró el vocero del Departamento de Estado, Philip T. Reeker, en un comunicado difundido esta mañana, en el cual se reconoce la autoridad del nuevo gobierno interino.

Dos horas más tarde, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, también reconoció el establecimiento de un nuevo régimen: "un gobierno civil de transición se ha instalado, y éste ha prometido elecciones próximamente", dijo, sin describir quién estableció este nuevo gobierno ni las normas bajo las cuales se instaló. "No hay nada que indique que fue un golpe (el que derrocó a Chávez). Esa es la idea preliminar", añadió el vocero.

Pero para Arturo Valenzuela, ex director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la forma en que el mandatario fue destituido podría socavar la recién establecida arquitectura democrática del sistema interamericano. "Este es un serio revés para los esfuerzos realizados a lo largo de la década pasada para fortalecer y proteger la democracia en el hemisferio", declaró en entrevista con La Jornada.

Varios funcionarios gubernamentales expresaron su acuerdo con esta evaluación y señalaron que la situación podría presentar un dilema difícil para el gobierno de Bush, que desea apoyar el derrocamiento de Chávez pero no el posible hecho de que haya sido resultado de un tipo de golpe militar.

Para otros, lo único importante del asunto es la destitución del presidente. Constantine Menges, ex alto funcionario y asesor de Ronald Reagan para América Latina, declaró al Washington Times hace un par de días: "todos los grupos prodemocracia en Venezuela están unidos en el entendido de que Chávez ha estado actuando para establecer una dictadura pro Cuba, pro Irak. Han tardado pero entienden que este es el momento para restaurar la democracia en Venezuela".

Durante todo el día, los funcionarios estadunidenses buscaron encontrar la forma de combinar un reconocimiento de la autoridad de la junta y, al mismo tiempo, expresar el compromiso fundamental de Washington con los principios de la democracia. "Estados Unidos está comprometido con la democracia en todo el mundo, particularmente en nuestro hemisferio", declaró el vocero de la Casa Blanca esta tarde. "Es, en todo momento, la posición del gobierno de promover la democracia y la tranquilidad y, como he indicado, los ecos son fluidos en la región y este es un asunto que el pueblo venezolano determinará".

Pero Fleischer no dejó duda sobre quién considera la Casa Blanca como el gobierno legítimo en este momento y quién es el responsable de la crisis. "Sabemos que las acciones alentadas por el gobierno de Chávez provocaron esta crisis", afirmó. "Suprimió manifestaciones pacíficas, y sus simpatizantes, por órdenes del gobierno, dispararon contra manifestantes desarmados, resultando en 10 muertos y 100 heridos. Los militares y la policía de Venezuela se negaron a disparar contra los manifestantes pacíficos y se rehusaron a apoyar el papel del gobierno en estas violaciones de los derechos humanos". Estos fueron los hechos que llevaron a la renuncia de Chávez, señaló Fleischer.

El vocero Reeker, del Departamento de Estado, detacó la responsabilidad del gobierno de Chávez en una declaración oficial por separado. "Aunque los detalles aún no están claros, acciones no democráticas cometidas o promovidas por su gobierno provocaron la crisis de ayer en Venezuela", declaró. Repitió lo dicho por la Casa Blanca sobre las manifestaciones y la violencia, como lo de los militares y la policía, y mencionó la censura a las televisoras. Como resultado de estas acciones, afirmó Reeker, Chávez renunció y un "gobierno civil" de transición ha prometido elecciones lo más pronto posible.

No obstante, el anuncio de un gobierno de transición establecido en Venezuela fuera de cualquier norma o canal legal complica la respuesta oficial estadunidense, ya que insiste en ratificar los regímenes de ley y el apoyo de los principios democráticos en la región. "Tenemos toda expectativa de que esta situación será resuelta pacífica y dem

ocráticamente por el pueblo venezolano en acuerdo con los principios de la Carta Democrática Interamericana", declaró Reeker. "Los elementos esenciales de la democracia, los cuales han sido debilitados en meses recientes, deben ser plenamente restaurados. Consultaremos con nuestros socios hemisféricos, dentro del marco de la Carta Democrática Interamericana, para apoyar a Venezuela".

Sin duda, la declaración del Grupo de Río, horas después de lo dicho por Washington, calificando los hechos en Venezuela como una "interrupción del orden constitucional" complicará aún más la articulación de la posición pública del gobierno estadunidense.

La CIA estaba preocupada

Washington no ocultó su crítica al régimen de Chávez casi desde el principio de su mandato, y en febrero de este año, el director de la CIA, George Tenet, lo expresó explícitamente: "estoy particularmente preocupado por Venezuela, nuestro tercer suministrador de petróleo", dijo en testimonio ante el Comité de Inteligencia del Senado. "El descontento doméstico con la 'revolución bolivariana' del presidente Chávez está creciendo, las condiciones económicas se han deteriorado por la caída de los precios del petróleo y el clima de crisis probablemente empeorará".

El senador Jesse Helms expresó hoy su complacencia por la supuesta dimisión del presidente venezolano. "La renuncia esta madrugada de Hugo Chávez como presidente de Venezuela sólo puede ser vista como una bendición y como la voluntad del pueblo", afirmó el senador conservador, quien apeló a los simpatizantes del ex mandatario a deponer las armas y llamó a la junta presidida por Pedro Carmona a convocar a elecciones "lo más pronto posible".

Mientras los circuitos oficiales de Washington continúan evaluando su postura pública, el gobierno de George W. Bush cuenta con dos funcionarios con conocimiento extenso de Venezuela. El encargado de América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Maisto, y el subsecretario asistente para América Latina del Departamento de Estado, Otto Reich, ambos fueron embajadores de Estados Unidos en Caracas.

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