Buscará unir esfuerzos con líderes de otras religiones

Pide la Iglesia católica a mexicanos seguir superando prejuicios históricos

JOSE ANTONIO ROMAN

Algún día la libertad religiosa se impartirá en las escuelas públicas, y éste será un derecho plenamente reconocido y garantizado por la Constitución, señala la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el documento final de su 73 asamblea plenaria, en el que exhorta a los mexicanos a "seguir superando los prejuicios históricos que tanto daño han hecho al país".

Considera que las reformas constitucionales en materia religiosa, que este año cumplen su décimo aniversario, están contribuyendo a superar una mentalidad laicista en la educación pública, que hasta hace poco se entendía como antirreligiosa, anticatólica o anticlerical. "Esta postura, poco a poco, está siendo superada", plantea.

En el texto, de seis cuartillas, 37 numerales y suscrito por el presidente y el secretario general de la CEM, Luis Morales Reyes, y Abelardo Alvarado Alcántara, respectivamente, la jerarquía católica considera "conveniente" unir esfuerzos con los dirigentes de otras religiones para lograr un nuevo avance en el reconocimiento pleno de la libertad religiosa.

La 73 asamblea episcopal, que comenzó el lunes pasado y concluyó ayer con el documento avalado de manera unánime por los 93 obispos asistentes, estuvo destinada a hacer una análisis detallado de los avances en materia de libertad religiosa, luego de las reformas a los artículos constitucionales tercero, quinto, 24, 27 y 130, aprobados por el Congreso en el gobierno del presidente Carlos Salinas.

Diez años, poco tiempo para cambiar la cultura de la simulación

El documento señala que un decenio es poco tiempo para lograr un cambio en la mentalidad y cultura de la sociedad mexicana, acostumbrada a la simulación y habituada a cierto desprecio por las leyes.

"Algunos quizá añoran todavía la época en la que vivíamos al margen de toda ley, y por lo mismo sin compromisos claros ante la autoridad civil. No faltan quienes siguen viendo con temores y sospechas a las asociaciones religiosas y, en particular, a la Iglesia católica, pensando que pretende obtener privilegios y poder."

Los obispos dicen estar de acuerdo en que se mantenga el principio de separación entre Iglesia y Estado. "Separación no significa sujeción ni enfrentamiento, sino respeto y colaboración, cada uno desde su propio campo. Aceptamos que el Estado no debe ser confesional, sino mantener su carácter laico, lo que de ninguna manera debe significar ser antirreligioso, sino más bien respetuoso de las diversas opciones religiosas de personas y de grupo".

Al hacer referencia a las reformas de hace 10 años, la jerarquía católica señala que con éstas el país salió de una "situación anacrónica", pues se reconoció el derecho a la libertad religiosa de los ciudadanos, como se ha hecho en los tratados internacionales de la mayoría de los países.

Incluso expresa que la reforma de 1992 puede considerarse "audaz", ya que por el peso tan fuerte de la historia parecía tabú tocar esos temas en aquel entonces. Pero las nuevas leyes pueden perfeccionarse para llegar al pleno reconocimiento de los derechos de todos los ciudadanos, en una sociedad que quiere ser democrática.

El documento, leído en conferencia de prensa por Morales Reyes y el presidente de la Comisión para la Doctrina de la Fe, Lázaro Pérez, invita al gobierno y a los legisladores a continuar el diálogo sobre libertad religiosa, lo que redundará en el bien del país. Hay que recordar que el pasado miércoles el pleno de obispos recibió, por separado, la visita del secretario de Gobernación, Santiago Creel, y de la mayoría de los coordinadores parlamentarios de PRI, PAN y PRD en la Cámara de Diputados, con quienes se reunieron durante varias horas a puerta cerrada.

Como último punto de la asamblea, los obispos decidieron analizar en su próxima reunión, a realizarse en octubre próximo, el tema de la migración.