Expresa consternación por el fallo de la Corte de EU sobre derechos laborales
El Episcopado llama a Fox a asumir la defensa de los indocumentados
JOSE ANTONIO ROMAN
Tras expresar su consternación por el fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos que desconoce el derecho del trabajador indocumentado a pedir justicia laboral, la Conferencia del Episcopado Mexicano pidió al gobierno del presidente Vicente Fox asumir la defensa de connacionales en el extranjero, dado que la violación de sus derechos se "opone diametralmente" a todo intento de cooperación mutua entre ambos países.
En una declaración suscrita por las comisiones episcopales de Movilidad Humana y de Pastoral Social, los obispos católicos del país expresan que el fallo de la Corte estadunidense sienta un precedente que coloca a los migrantes indocumentados en un estado de total indefensión ante los abusos en sus derechos humanos y laborales.
Con ello, dice el texto episcopal de tres cuartillas, la vulnerabilidad que tenían ya los millones de trabajadores indocumentados que laboran en ese país del norte ha crecido de manera importante. "Queremos afirmar, en primer lugar, que el derecho al trabajo, en tanto derecho social, debe reconocerse a cualquier persona independientemente de su condición social o estatus migratorio".
Dado a conocer en el marco de la 73 asamblea plenaria del Episcopado Mexicano, que se realiza en las instalaciones episcopales de lago de Guadalupe, el documento titulado Un solo camino para todos expresa también la preocupación de la jerarquía eclesiástica porque este tipo de decisiones legales son una manifestación del racismo y la xenofobia que existen en esa nación.
"Queremos hacer un llamado a las autoridades de Estados Unidos a la reflexión y a la búsqueda de criterios más rigurosos de justicia distributiva que puedan aplicarse para la tutela de todos los hombres y mujeres que habitan en su país", se plantea en parte del documento firmado por el arzobispo Sergio Obeso y el obispo Renato Ascencio León, presidentes de las comisiones de Pastoral Social y Movilidad Humana.
Los prelados mexicanos convoca-ron a los obispos del vecino país del norte a intensificar de manera conjunta una reflexión para encontrar nuevos caminos, a fin de detener las alarmantes manifestaciones de racismo y xenofobia.
Incluso proponen que los prelados sostengan acercamientos con los congresistas estadunidenses y mexicanos, para proponer iniciativas de ley y disminuir este tipo de discriminación.
El mensaje del Episcopado Mexicano reproduce diversas declaraciones del papa Juan Pablo II en las cuales señala que la migración es un legítimo derecho del hombre que debe ser respetado. La Iglesia, añade, lo reconoce a todo hombre, en el doble aspecto de la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar a otro en busca de menores condiciones de vida.
"Desde luego, el ejercicio de este derecho ha de ser reglamentado, porque una aplicación indiscriminada ocasionaría daño y perjuicio al bien común de las comunidades que acogen al migrante. Si bien es cierto que los países altamente desarrollados no siempre pueden absorber a todos los que emigran, hay que reconocer, sin embargo, que el criterio para determinar el límite de soportabilidad no puede ser la simple defensa del propio bienestar, descuidando las necesidades reales de quienes tristemente se ven obligados a solicitar hospitalidad", dice una cita del Papa reproducida en el documento.