La mayoría no cuenta con una pensión para subsistir
En México, 2 millones de ancianos viven en condiciones de miseria
Prevén importante "envejecimiento poblacional" en el país
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 10 de abril. La pobreza extrema, que se agudiza en las zonas rurales e indígenas, y la irrupción del fenómeno migratorio, son dos de los problemas más graves que enfrentan los 7 millones de "adultos mayores" que viven en México.
Este país, que cuenta todavía con una distribución demográfica "joven", empieza a experimentar el llamado envejecimiento de la población, con lo que se espera que para 2050 uno de cada cuatro mexicanos sea mayor de 60 años. Pero en la actualidad hay situaciones que requieren de atención inmediata: 2 millones de personas mayores viven en la pobreza extrema y la mayoría nunca cotizó a la seguridad social, por tanto no cuenta con una pensión de jubilación.
La delegación mexicana que asiste a la segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, auspiciada por la ONU y en la que se reúnen representantes de 160 naciones, expuso ante el plenario el mapa de la vejez del país, un sector que representa en la actualidad 8 por ciento de la población, pero cuya tendencia es similar a la de los países desarrollados, en los que las personas de más de 65 años comienzan paulatinamente a ser mayoría.
Sin embargo, la realidad de los ancianos mexicanos es distinta: más de 30 por ciento son analfabetos (con mayor incidencia en las mujeres), 75 por ciento nunca ha cotizado en la seguridad social, todavía las infecciones son causa de muerte -sobre todo en las zonas rurales e indígena que cuentan con un raquítico sistema sanitario-, al tiempo que también se experimenta una transición epidemiológica como en los países ricos, en los que prevalecen como motivo de muerte las enfermedades crónicas degenerativas, y la presencia de adultos mayores se concentra en los hogares de menores ingresos, con lo que se estrecha el círculo de la miseria.
Cadena de penurias
La pobreza extrema, una situación que acarrea otros males como el analfabetismo, la desnutrición y la vulnerabilidad a enfermedades epidemiológicas, es la realidad en la que viven alrededor de 2 millones de ancianos mexicanos, que normalmente son asistidos el seno familiar y no cuentan con una pensión de jubilación, según datos facilitados por los representantes de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) que acudieron a la asamblea, encabezados por el subsecretario del ramo, Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
El funcionario explicó que dado que "México vive una profunda transformación" en la que se "consolida su democracia, nuestro reto fundamental es llevar a cabo la transición social, es decir, disminuir las brechas de desigualdad, eliminar la pobreza extrema, desarrollar capacidades y oportunidades para los grupos en condiciones de vulnerabilidad, como es el caso de los adultos mayores, fortaleciendo el tejido social".
Sánchez Díaz de Rivera dijo en rueda de prensa con corresponsales mexicanos que el reto de la atención a los "adultos mayores" es una de las prioridades del principal programa de asistencia social del gobierno de Vicente Fox, Contigo, con el que se pretende "abarcar todo el ciclo de vida de las personas desde la gestación hasta el envejecimiento", pero con un carácter de "subsidiariedad" y no de "paternalismo, como sucedía en el pasado".
"Hemos definido siete líneas de acción para enfrentar el reto: promover una nueva cultura del envejecimiento al propiciar el intercambio intergeneracional, ampliar las autonomías y capacidades de los adultos mayores, lograr que puedan trabajar y vivir en forma productiva tanto tiempo como lo deseen, prevenir y atender los problemas de salud de los ancianos (su demanda de servicios de salud es cuatro veces superior al resto), fortalecer las redes familiares, sociales e institucionales de apoyo a los adultos (los albergues son importantes pero no sustituyen a la familia), impulsar el respeto y protección de sus derechos y el reconomiento a sus experiencias y capacidades, y promover reformas y adiciones a la legislación vigente para apoyarlos y protegerlos", señaló.
En cuanto al fenómeno de la migración de los mayores, una situación que según los expertos reunidos en la asamblea significa uno de los principales retos, el funcionario mexicano explicó que no hay todavía ningún plan específico, si bien "estamos creando en esas zonas receptoras las condiciones adecuadas para el trabajo de esas personas, pero también queremos hacer otro programa para apoyar las zonas expulsoras y en relación con los migrantes en Estados Unidos. Que ellos pongan un peso, el gobierno federal pondrá otro, los estados federales otro más y eso va a las comunidades expulsoras para que cada vez sean menos expulsoras".
Pedro Borda Hartmann, director general del Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen), reiteró que los albergues o asilos para mayores no es la solución al problema, primero porque el Estado no tiene la capacidad para darles respuesta y segundo porque "es con la familia con quien deben vivir", para lo que informó que el gobierno busca incentivos como los que se dan en Italia, que a las familias con cargas familiares de este tipo les otorgan beneficios fiscales o económicos.
A este respecto, el subsecretario del ramo explicó que "el Estado no renuncia a sus deberes sino que aplicamos el principio de subsidiariedad, yo te doy lo que necesitas como Estado pero tú me das lo que puedes darme, esa es nuestra filosofía de fondo. No es sólo cosa del presupuesto, desde los puntos de vista humanos y sociológicos la importancia de la familia se recobra y las políticas públicas en México tienen que reconocer esa realidad".
La asamblea
La segunda asamblea ha tenido dos temas polémicos, el primero recupera el espíritu planteado hace unas semanas en Monterrey, según el cual los países en vías de desarrollo mantienen su demanda de que los países ricos aporten como mínimo 0.7 por ciento de su PIB para programas de avance; el segundo punto crítico es una declaración política en solidaridad con el pueblo palestino. En los dos asuntos la delegación mexicana se mostró escéptica de que prosperen, por lo que no aclaró si apoyarían o no las citadas propuestas.
Por su parte, el Foro de Organizaciones No Gubernamentales sobre el envejecimiento terminó este miércoles su reunión de cinco días, paralela a la asamblea de la ONU, con la propuesta de "crear una agencia de naciones unidas especializada en las personas mayores", que se encargue, entre otras cosas, de seguir el plan de acción que adopte el viernes la asamblea de la ONU sobre envejecimiento.
Desde el Vaticano, entre tanto, el papa Juan Pablo II, de 81 años, envió un mensaje en ocasión de la asamblea, en la que sostuvo que "las personas ancianas no deben ser relegadas a una soledad comparable a una verdadera muerte social".