"Transparentes", los recursos para comprar Bancomer: directivo
Las autoridades financieras mexicanas se han mantenido al margen de cualquier investigación sobre el origen de los fondos empleados por el grupo español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para adquirir la firma mexicana Bancomer en el año 2000, luego de que surgieron, principalmente en Europa, sospechas sobre la fuente de donde fueron obtenidos los recursos para completar esa operación.
"Estamos abiertos a cualquier investigación, pero hasta ahora no hemos sido requeridos por ninguna autoridad para aclarar el origen de los recursos", comentó este miércoles a La Jornada un alto directivo de BBVA Bancomer, quien consintió en hablar sobre el tema bajo la condición de reservar su nombre.
Desde hace dos semanas, publicaciones periodísticas en España revelaron que BBVA habría empleado recursos de unas cuentas secretas radicadas en paraísos fiscales para financiar parte de sus operaciones en América Latina, donde ha tenido una fuerte expansión en la última década. Las versiones indican que unos 200 millones de dólares habrían sido utilizados por el grupo español para hacer donativos a la campaña electoral del ahora presidente Hugo Chávez, de Venezuela, y para reunir los fondos que le permitieron adquirir el control accionario de Bancomer, el segundo banco más importante de México.
"Los recursos empleados para realizar la operación de compra de Bancomer tuvieron un origen totalmente transparente", afirmó el directivo de BBVA, quien confirmó que hasta ayer ninguna autoridad financiera de México había solicitado al grupo bancario información sobre el origen de los recursos. "Desconozco si en su momento, en 2000, cuando se realizó la operación, las autoridades mexicanas pidieron explícitamente conocer el origen de los recursos que fueron pagados por Bancomer, pero considero que es obvio que lo hicieron", comentó.
La operación de venta de Bancomer tuvo un monto que rondó 2 mil millones de dólares. De esa cantidad, 700 millones correspondieron al valor de BBVA Probursa, que fue la entidad que absorbió Bancomer. Inicialmente la oferta era de unos mil 600 millones de dólares. Pero después de que el grupo español anunció su intención de adquirir Bancomer, Banamex, el primer banco del país, lanzó una contraoferta por Bancomer. BBVA aumentó a 2 mil millones su postura y Banamex quedó fuera.
Un año después Banamex fue vendido al consorcio estadunidense Citigroup.
Las versiones que han corrido en estos días señalan que después de la contraoferta de Banamex, BBVA decidió emplear dinero de las cuentas que mantenía en paraísos fiscales para elevar el monto de la puja por Bancomer, especie que ayer fue desmentida por el directivo consultado por este diario.
El origen de los recursos depositados por el grupo español en paraísos fiscales se remonta a 1987, cuando el entonces Banco de Vizcaya realizó esas inversiones. La institución se fusionó en 1988 con el Banco de Bilbao, para dar surgimiento al Banco Bilbao-Vizcaya. El grupo creció en 1999, con la incorporación del también español Argentaria.
"No era una inversión reprobable la realizada en los paraísos fiscales", comentó el directivo. De hecho, la investigación que actualmente realiza la justicia española sobre esas cuentas se inició cuando los actuales directivos del consorcio financiero notificaron al Banco de España (central) la existencia de esas cuentas. Los depósitos, que no estaban registrados oficialmente, fueron incorporados a la contabilidad del grupo y fueron pagados los respectivos impuestos al fisco español por los dividendos obtenidos en los últimos 14 años.
Uno de los puntos que investiga la justicia española es el hecho de que el consorcio español obtuvo dividendos por esos depósitos, los cuales nunca fueron contabilizados en los estados financieros del grupo.
El directivo bancario consultado por este diario afirma que la investigación "no tiene el peso que se le ha dado en la prensa. Desde 2000, las cuentas fueron integradas a los estados contables del banco". Según la versión que el grupo financiero desea ofrecer, todo el problema radica en que no se reportó a tiempo una inversión.
ROBERTO GONZALEZ AMADOR