Es el firme compromiso del gobierno del presidente Vicente Fox, señala el diplomático

La política exterior de México seguirá siendo ''de Estado'', asegura Aguilar Zinser en NY

Representa el consenso nacional y no posiciones partidarias o ideológicas, subraya

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York, 10 de abril. El gobierno de Vicente Fox está ''firmemente comprometido'' en que la política exterior de México debe mantener su carácter histórico como ''una política de Estado'' que represente el consenso nacional, y no de un gobierno en particular ni las posiciones partidarias o ideológicas de ningún sector, declaró hoy el embajador Adolfo Aguilar Zinser.

El representante permanente de México ante la Organización de Naciones Unidas indicó que la característica más notable de la política exterior mexicana, a lo largo de su historia posrevolucionaria, es que se ha mantenido como un ''compromiso de Estado'' representando un consenso nacional de todos los sectores y partidos, y que ha sido emblemática del país.

Por lo tanto, agregó, el gran reto del gobierno de Fox es mantener la continuidad de los fundamentos de consenso de la política exterior y al mismo tiempo responder a los cambios en el ámbito internacional, particularmente en torno a la relación con Estados Unidos.

En comentarios ante analistas, representantes del sector privado y asesores en relaciones internacionales en un foro de Americas Society y del Consejo de las Américas en esta ciudad, Aguilar Zinser afirmó que los principios enmarcados en la propia Carta Magna, de no intervención y autodeterminación, permanecen como el eje básico de la política exterior.

''El reto para este gobierno no es destruir la noción de una política exterior de Estado, sino hacer las transformaciones y ajustes obligados por los cambios en el mundo y en la relación entre México y Estados Unidos'', señaló el diplomático. Indicó que este asunto es el que ha generado debates en los años recientes: ''Esto es por lo cual los mexicanos debaten si su política exterior aún es fiel a los compromisos de una política exterior de Estado o si se ha desviado'', dijo.

Sostuvo que ''este gobierno está absolutamente convencido de que debemos mantener la política exterior como un compromiso de Estado que esté basado en el consenso (nacional), pero estamos igualmente conscientes de que tenemos que renovar este consenso al presentarnos ante los nuevos retos que México enfrenta''.

Igualmente, resaltó que ''el gobierno actual está firmemente comprometido en mantener el principio de que la política exterior es una política de Estado y no una política ajustada para servir los fines de un gobierno en particular, sino que manifiesta los intereses de la nación, y eso se requiere tanto al abordar la relación con Estados Unidos como la agenda multilateral''.

En la relación con Estados Unidos, dijo, la política exterior mexicana debe basarse sobre cuatro premisas: que es representativa de un consenso nacional, ya que si no es percibida como tal, su legitimidad será cuestionada; que está respaldada por un mandato que representa los intereses nacionales de México; que es transparente y que no hay nada por debajo de la mesa, y que es recíproca, que lo que se cede es a cambio de algo que se gana. ''Podemos negociar creativamente con Estados Unidos si se mantienen estas cuatro premisas'', aseguró.

En el plano multilateral, Aguilar Zinser consideró que México se ha convertido en un actor más activo, como lo demuestra su participación en el Consejo de Seguridad de la ONU, en torno a los asuntos actuales del antiterrorismo, los conflictos en Medio Oriente y en Africa.

En torno al tema de derechos humanos, indicó, el debate es sobre si México puede emprender más acción en ese asunto a nivel internacional, y al mismo tiempo respetar los principios de la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. La violación de los derechos humanos por un régimen constituye una violación del derecho de autodeterminación de un pueblo, sostuvo. Agregó que, por esta razón, México rechaza el argumento de la ''soberanía'', utilizado por diversos regímenes -como también lo había hecho el país en el pasado- para evitar una respuesta internacional.

Al responder a esas violaciones a los derechos humanos de un pueblo, se está defendiendo el principio de la autodeterminación, siempre y cuando -subrayó Aguilar Zinser- se haga dentro del marco de la ley internacional y a través de mecanismos multilaterales.