Habla sobre el rompimiento de los hermanos Rueda
En clavados no hay división ni cambio de planes, asegura Marijose Alcalá
ROSALIA A. VILLANUEVA
"En clavados no hay división y seguimos trabajando todos con el objetivo hacia Atenas 2004'', afirmó Marijose Alcalá, tras el rompimiento de los hermanos Jorge y Francisco Rueda, entrenadores nacionales de la selección mayor y juvenil, respectivamente.
Tras el anuncio hecho por Francisco Rueda, de que se irá a la ciudad de Monterrey para llevar a cabo el proyecto con los juveniles que hace más de cinco años venía preparando en las instalaciones del Centro Deportivo Olímpico Mexicano, Marijose dijo que le daba gusto que el entrenador haya tomado esa decisión luego de que las entidades deportivas de Nuevo León le ofrecieron "una mejor oportunidad para hacer nombre y una escuela de clavados''.
Retirada en Sydney 2000 como la alumna más sobresaliente de Jorge Rueda, Alcalá dijo que no era nadie para "obligar o frenar los planes que tiene Paco''; al contrario, "nosotros como federación queremos que el deporte de clavados se siga desarrollando, promoviendo, creciendo y creo que él hará una buena labor en Monterrey''.
Al margen de la reunión que tendrá con Rueda en las oficinas de la vicepresidencia de clavados para la firma de su contrato, al igual que los siete entrenadores que causaron baja (con sueldos de 6 mil pesos) del Comité Olímpico Mexicano, Alcalá dijo que Francisco Rueda tiene su respaldo, pues además de ganar 30 mil pesos es el técnico que más eventos en el extranjero ha tenido, con Rommel Pacheco, Laura Sánchez, Paola Espinoza, Pablo Martínez, Tatiana Ortiz, jóvenes de mucho futuro, como lo demuestran las 12 medallas obtenidas en los Grand Prix de Europa y el selectivo del Canamex.
"Aquí todo mundo tiene derecho a quedarse o irse. Los niños que eligen seguirlo es porque quieren que los entrene, y los papás están de acuerdo. Es un gran entrenador y tiene capacidad. No es que sea la sombra de un profesor (Jorge Rueda), sino que está tratando de mejorar como persona'', concluyó Alcalá.
