El Protocolo de Kioto sólo es un paso,
no la solución, dice especialista de la UNAM
El cambio climático trae sequías e inundaciones,
y "falta aún lo peor"
Las variaciones, relacionadas con la actividad humana,
asegura el experto Carlos Gay
ANGELICA ENCISO L.
El desprendimiento del iceberg en la Antártida
hace unos días, los cambios en el comportamiento de especies, las
modificaciones en los ecosistemas y los intensos fenómenos meteorológicos
-como el huracán Mitch- que se han presentado en años
recientes indican que "ya estamos montados en el proceso de cambio climático,
pero lo que esperaríamos sería más severo", sostuvo
Carlos Gay, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la
UNAM.
Detalló
que las condiciones pueden ser peores, porque si en el segundo reporte
de evaluación de la convención marco de Naciones Unidas para
el Cambio Climático se señalaba que la temperatura aumentaría
3.5 grados, en el tercero ?el más reciente? se habla de 6 grados,
lo cual indica un cambio drástico en las condiciones ambientales.
Consideró que la ratificación del Protocolo
de Kioto, convenio que acordaron las naciones dentro de la convención
marco, es sólo un paso para resolver el problema, pero no es la
solución. Recordó que en este momento las negociaciones entre
las naciones para la ratificación de este documento se complicaron.
Todo ocurrió el año pasado con la declaración
de Estados Unidos -el principal generador al ambiente de gases que ocasionan
el cambio climático- de retirarse del Protocolo. Aunque la Unión
Europea ya aseguró que ratificará el documento, sus emisiones
de gases de efecto invernadero no representan 55 por ciento de las que
había en 1990, por lo que sería importante que también
lo suscribieran Rusia y Japón, que después de Estados Unidos
son los que más contaminantes envían a la atmósfera.
El especialista indicó que "no se explica el cambio
de clima de los últimos 50 años si no se toman en cuenta
las actividades humanas. Las sequías, las inundaciones, el deshielo,
todo esto se comporta como esperaríamos que ocurriera en condiciones
de cambio climático, pero de ahí a concluir que ya estamos
en él, hay distancia. Estaríamos en las condiciones previas
de un cambio".
Precisó que la modificación en la temperatura
es sólo un síntoma de los equilibrios de energía que
hay en la atmósfera, ya que ésta contiene más gases
-básicamente monóxido de carbono- de efecto invernadero,
los cuales acumulan energía que produce movimientos y cambia el
clima.
Abundó que si continúa la tendencia de importantes
emisiones de gases a la atmósfera se acumulará energía,
entonces se producirá más calor y habrá mayor vapor
de agua. Todo esto produce un ciclo hidrológico intenso que se manifiesta
en sequías, huracanes e inundaciones.
Apuntó que se ha encontrado aumento de meteoros
en el océano Pacífico pero en el Atlántico no, por
lo que no es posible hablar de manera general sobre el tipo de implicaciones
del cambio climático.
No hay dudas de que las cosas están cambiando,
todavía hay quienes argumentan que esto se debe a la variabilidad
normal del planeta, pero está el grupo que opina que el cambio que
vivimos obedece a causas antropogénicas -producidas por el hombre.
Admitió que todavía hay problemas para distinguir si fenómenos
como Mitch se deben o no a las modificaciones que causan los gases
de efecto invernadero.
Con el cambio climático en marcha se prevé
que el manejo del agua se va a dificultar, que los ecosistemas se van a
transformar, al igual que la cubierta forestal. "Todo esto es grave, porque
en cien años habrá bosques que desaparecerán".
Además nos enfrentaremos a los "picos", es decir,
a momentos agudos como huracanes intensos o fuertes sequías, los
cuales son destructivos a corto plazo. "Hay que prepararse porque habrá
problemas para sembrar y obtener comida, cambiarán las necesidades
de energía; si el clima se calienta, se dependerá más
del aire acondicionado, que se genera de la quema de combustibles fósiles,
y sería un círculo vicioso."
Sin embargo, acotó, el cambio climático
no es un fenómeno que se presente en forma aislada, pues hay otros
factores que inciden en el clima. Como ejemplo mencionó que si hay
deforestación cambia el clima local, los niveles de agua, y ello
ocasiona cambios en el entorno que afectan la actividad humana.
Sobre El Niño, que se prevé que aparezca
en el verano próximo, dijo que se alimenta de la energía
disponible del planeta, y que en los últimos 30 años se ha
presentado con más frecuencia que en las tres décadas previas.
Recordó que de 1980 a la fecha se han detectado cinco fenómenos,
y aunque este año se espera que vuelva a aparecer, los pronósticos
hasta el momento indican que será moderado, aunque con certeza aún
no se puede definir su intensidad.